Ucrania anunció el domingo la movilización de sus reservistas, tras la “declaración de guerra” de Rusia, en momentos en que las potencias occidentales, indignadas ante la situación, buscaban por diferentes vías una salida al conflicto con Moscú.
El secretario de Estados norteamericano, John Kerry, por su parte, anunció que viajará a Kiev para brindar su apoyo al gobierno provisional.
“Si el presidente (ruso Vladimir) Putin quiere ser el presidente que empezó una guerra entre dos países vecinos y amigos, está a punto de lograr su objetivo. Estamos al borde del desastre”, dijo en la jornada el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk.
“No es una amenaza, es de hecho una declaración de guerra a mi país”, estimó. “Exigimos al presidente Putin la retirada de sus fuerzas armadas”, añadió.
Kerry anunció en Washington su viaje a Kiev para dar ‘in situ’ su apoyo a los nuevos líderes interinos, informaron el domingo funcionarios estadounidenses, añadiendo que las fuerzas rusas ya tienen bajo control la península de Crimea.
“El secretario viajará a Kiev. Estará allá el martes”, señaló un alto funcionario de la administración estadounidense, agregando que fuerzas rusas están “actualmente en completo control operacional en la península de Crimea”.
Jen Psaki, la portavoz del Departamento de Estado, indicó en una nota que “en Kiev, el 4 de marzo, el secretario Kerry se reunirá con altos representantes del nuevo gobierno de Ucrania, líderes de la Rada (congreso) y miembros de la sociedad civil”.
Estados Unidos advirtió a Rusia, también el domingo, que podría ser excluida del G8, cuyo próxima cumbre está prevista en junio, en Sochi (Rusia). El G8 reúne a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia.
Vladimir Putin “podría no tener su (lugar en la cumbre del) G8 en Sochi, podría incluso no seguir en el G8 si esto continúa”, dijo Kerry, amenazando a Moscú de “sanciones” y de un “aislamiento económico”.
Asimismo, conversaciones económicas, incluyendo la visita de una delegación rusa a Washington para discutir sobre energía, ya fueron canceladas por Estados Unidos.
El gobierno alemán informó en la jornada que Putin había aceptado la formación de “un grupo de contacto” para “iniciar un diálogo político” sobre la crisis en Ucrania, que le fue propuesto por la canciller Angela Merkel.
“El presidente Putin aceptó la propuesta de la canciller de establecer inmediatamente una misión de investigación así como un grupo de contacto, eventualmente bajo la dirección de la OSCE, para iniciar un diálogo político” sobre Ucrania, indicó el gobierno alemán en un comunicado, que precisa que el presidente ruso y Merkel sostuvieron el domingo una conversación telefónica.
La OTAN, por su lado, pidió el domingo en Bruselas el despliegue de observadores internacionales en Ucrania para resolver la crisis pacíficamente, y exhortó a Rusia a retirar sus tropas, al mismo tiempo que mantuvo abierta la puerta al diálogo con Moscú.
“Hacemos un llamamiento a ambas partes para buscar de inmediato una solución pacífica a través del diálogo”, dijo el Secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen.
Sobre el mediodía europeo se habían reunido los embajadores de los 28 países miembros de la Alianza. Una parte de la extensa reunión se desarrolló en presencia del representante de Ucrania, país con el que la OTAN firmó una asociación.
“Condenamos la escalada militar rusa en Crimea”, dijo Rasmussen. Pedimos que Rusia “respete sus compromisos internacionales, retire sus tropas y no interfiera en otros lugares en Ucrania”, añadió.
Rasmussen subrayó asimismo que la Alianza Atlántica busca dialogar con Rusia a través de su instrumento de cooperación, el Consejo OTAN-Rusia.
Por su parte, Japón manifestó este lunes su profunda preocupación por la decisión del parlamento ruso de autorizar una acción militar en Ucrania a pedido de Putin.
“Japón expresa una profunda ansiedad e inquietud respecto a esta decisión (…) La decisión tomada por el Consejo de la Federación Rusa puede hacer aumentar la tensión en la región y poner en peligro la paz y la estabilidad de la comunidad internacional”, dice en un comunicado el ministerio de Relaciones Exteriores nipón.
En este contexto, el comandante en jefe de la marina de Ucrania, el almirante Denis Berezovski, anunció que adhería a las autoridades prorrusas de Crimea, en momentos en que Kiev parecía estar perdiendo el control de la península, donde miles de soldados no identificados presuntamente vinculados con Rusia bloqueaban a militares ucranianos en sus cuarteles.
“Juro cumplir con las órdenes del comandante en jefe de la República Autónoma de Crimea”, declaró Berezovski este domingo en rueda de prensa en Sebastopol, donde está anclada la flota rusa del Mar Negro. El presidente interino de Ucrania, Olexandre Turchinov, había designado el viernes a Berezovski a la cabeza de la marina ucraniana.
Un funcionario estadounidense, por su parte, dijo en Washington bajo cubierta de anonimato que las fuerzas rusas tenían “el control operacional completo” de la península de Crimea. “No hay duda de que están en una comisión de ocupación en Crimea. Están enviando refuerzos y se están instalando en ella”, subrayó.
En Kiev, unas 50.000 personas se manifestaron el domingo en Maidan, la plaza de la Independencia, constató la AFP. “No nos rendiremos”, gritaban, dirigiéndose a Rusia.
Varias centenas de personas también se manifestaron el domingo frente a las embajadas de Rusia en Varsovia, Berlín y Londres en apoyo a Ucrania.
El director del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, Andrii Parubii, había anunciado previamente el despliegue de los reservistas ucranianos para “garantizar la seguridad y la integridad territorial deUcrania”, tras la “violación por Rusia de los acuerdos bilaterales, en especial, respecto a la flota del mar Negro”.
El parlamento ucraniano se reunió el domingo en una sesión extraordinaria a puerta cerrada para abordar las medidas a tomar, después de que el sábado, a petición de Putin, el senado ruso autorizara el recurso a las fuerzas armadas en territorio ucraniano, indicó un diputado.
Turchinov puso en estado de alerta a las fuerzas armadas ucranianas, a las que muchos consideran mal equipadas y faltas de financiación.
Durante una rueda de prensa en el Parlamento, Yatseniuk instó también a sus “socios occidentales” y a “la comunidad internacional” a que apoyen a “la integridad territorial” de Ucrania y hagan “todo lo posible para detener un conflicto militar provocado por Rusia”.