Cosmonautas rusos realizaron una caminata espacial durante la cual tomaron una sección del revestimiento de la nave Soyuz MS-09 para examinar muestras del orificio que causó una caída de presión en la Estación Espacial Internacional (EEI) el pasado mes de agosto.
“Cortar la nave con un cuchillo hace sangrar mi corazón”, comunicó el cosmonauta Oleg Kononenko al centro mientras abría la capa de aislamiento térmico en busca del pequeño agujero. “Ya, lo estamos viendo”, respondió un controlador al otro lado.
A pesar de que la parte dañada de la nave espacial está destinada a quemarse cuando vuelva a entrar a las capas atmosféricas, el cosmonauta Serguéi Prokópiev lo cubrió con material de aislamiento térmico.
El agujero que causo la fuga en el casco de la nave espacial rusa Soyuz MS-09 tenía la medida de dos milímetros. Nunca representó una amenaza para el regreso de los astronautas a la Tierra, ya que estaba localizado en la carcasa del compartimiento auxiliar y no en el módulo de descenso.
El sitio de Kommersant explicó que se trataba de un material lanoso de color negro amarillento el que se formó alrededor del orificio, se tomaron las muestras que se enviarán a la Tierra para hacerles un análisis más detallado.
La agencia espacial rusa cree que la nave fue probablemente dañada con un taladro y después parcheada con un sellador el cual se degrado en el espacio, para determinar una conclusión del caso se enviaron a los cosmonautas para que estudiaran el lado exterior antes de que los rastros se quemaran al entrar a la atmósfera.