PAOLA COVARRUBIAS
El número de suicidios ha prendido una alarma entre los expertos de salud mental, quienes han detectado que en los últimos cuatro años se incrementado considerablemente el número de casos.
De acuerdo con datos proporcionada por la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), el crecimiento hasta junio de este año se estimó en mil 540%, dado que en 2016 se registraron cinco casos, en 2017 aumentaron a 67, en 2018 se registraron 77, mientras que en los primeros seis meses de 2019 suman 33.
El ahorcamiento es el método más frecuente, concretándose 159 suicidios de los 182 que se pretendieron. En este contexto, Pórtico Online entrevistó a Dora Edith González, tanatóloga de Dolux Unidad de Duelo, quien se encuentra promoviendo un seminario de Suicidiología.
Dora González coincide en que, lamentablemente, los suicidios en Zacatecas han ido en aumento y, peor aún, siguen incrementando, lo que nos habla de que la situación es grave, ya que también se han dado casos de niños de entre 9 y 11 años.
Detalló que no hay un sector vulnerable en específico, que puede ser cualquier persona que no sepa manejar algún problema o algún estado depresivo, quienes han sido abusados sexualmente, jóvenes que sufren de bullying, personas que han perdido su empleo, víctimas de secuestro, adultos mayores, “seríamos casi todos los que estamos expuestos a eso en algún momento de vulnerabilidad”.
La tanatóloga añadió que el sentimiento de vacío pueden llegar a experimentarlo desde niños, adolescentes hasta adultos y adultos mayores que en un determinado momento sienten que no hay otra opción más que terminar con su vida.
Aseguró que estas personas no se dan cuenta que con la muerte cualquier problema por el que atraviesen no se soluciona, por el contrario, dicho problema sólo se pasa a otras personas.
Los focos rojos se pueden detectar desde que una persona habla sobre el suicidio, pues es en lo que está pensando, y “generalmente no se bromea con esto”, por lo que es importante poner atención sobre cómo los posibles suicidas hablan de sus problemas y cómo los afrontan.
Una forma de apoyar a las personas más vulnerables es a través del acompañamiento y de la escucha activa para generar un vínculo de confianza y de esta forma acercarse a ellos y detectar focos rojos, añadió Dora González.