Saúl Alfonso Hurtado
Una dificultad económica se puede convertir en un serio problema de salud. Los estudiosos lo catalogan como estrés financiero. Este tema es producto de conflictos que se derivan por la pérdida de trabajo, una deuda creciente, gastos inesperados o una combinación de factores.
Los problemas financieros pueden tener un gran impacto en la salud mental y física, sus relaciones y su calidad de vida en general. Sentirse abrumado o triste por las preocupaciones económicas puede afectar negativamente su sueño, autoestima y niveles de energía.
El estrés financiero puede ocasionar lo siguiente:
Insomnio u otras dificultades para dormir. Nada lo inquietará más de noche que preocuparse por facturas no pagadas o una pérdida de ingresos.
Aumento (o pérdida) de peso. El estrés puede alterar su apetito, ocasionando que coma en exceso por ansiedad o se salte comidas para ahorrarse dinero.
Depresión. Vivir bajo la nube de los problemas económicos puede hacer que cualquier persona se sienta triste o desesperada y tenga dificultades para concentrarse o tomar decisiones.
Ansiedad. El dinero puede ser una red de seguridad, sin él, es posible que se sienta vulnerable. La pérdida de ingresos puede desencadenar una serie de latidos fuertes, sudor, temblores o incluso ataques de pánico.
Dificultades en las relaciones. El dinero suele citarse como el problema más común por el cual las parejas tienen discusiones. Si no se aborda, el estrés financiero puede hacer que sienta enojo e irritabilidad.
Retraimiento social. Las preocupaciones financieras pueden alejar de las amistades, y se refugie en sí mismo, lo cual solo empeorará su estrés.
Dolencias físicas, como dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, diabetes, presión arterial alta y enfermedades cardiacas.
¿Qué hacer?
Platicar el problema a nivel familiar para integrar lluvia de ideas para salir del problema
Elaborar un Presupuesto detallado que permita control sobre tus ingresos y gastos.
Identificar Deudas Prioritarias, como el pago de deudas con altas tasas de interés, como las tarjetas de crédito, para evitar que generen más intereses y te generen más estrés.
Reducir Gastos Innecesarios.
Crear un Fondo de Emergencia ante gastos inesperados, reduciendo la ansiedad y el estrés que pueden generar las dificultades económicas.
Buscar Apoyo Profesional con un asesor financiero y acudir con un psicólogo que te pueda brindar herramientas y estrategias para manejarlo.