Estados Unidos urgió este miércoles a Rusia a distanciarse del presidente de Siria, Bashar Assad, y trabajar con el resto de la comunidad internacional para tratar de acabar con la guerra en el país árabe.
“Es momento de que Rusia apueste seriamente por la paz y deje de ser parte del problema”, dijo la embajadora estadunidense ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, en un debate en el Consejo de Seguridad.
Haley insistió en que Rusia debe dejar de defender a Assad, al que entre otras cosas Estados Unidos responsabiliza del ataque químico de la semana pasada en la localidad de Jan Shijún.
En respuesta, el gobierno de Donald Trump llevó a cabo su primera acción militar directa contra el régimen sirio, lanzando decenas de misiles contra una base aérea.
“Estados Unidos se vio obligado a actuar. No vamos a permitir que el uso de armas químicas quede sin respuesta. No vamos a mirar para otro lado. Estamos siguiendo cuidadosamente las acciones del régimen”, dijo Haley.
La diplomática dedicó buena parte de su discurso a Rusia, a la que dijo que se está “aislando de la comunidad internacional cada vez que los aviones de Assad lanzan otro barril explosivo sobre civiles o cada vez que Assad intenta matar de hambre a otra comunidad”.
“Necesitamos ver a Rusia aliarse con el mundo civilizado frente al Gobierno de Al Asad que aterroriza brutalmente a su propio pueblo”, insistió.
Haley fue aún más dura con Irán, al que acusó de “echar gasolina a las llamas de la guerra en Siria”.
Mientras tanto, subrayó que su país quiere ver unión en la comunidad internacional para poder avanzar hacia una solución política al conflicto.
