Por Juan Gómez
Director general de Pórtico.MX
En Zacatecas se viven tiempos de una sucesión gubernamental atípica, medrosa y soterrada, en la que destaca la ausencia de liderazgos políticos sólidos y decididos que muestren el deseo de luchar por gobernar al estado.
A dos meses de que el gobernador del estado, Alejandro Tello Cristerna, rinda su quinto informe gubernamental (el penúltimo de su quinquenio), no se observa un cuadro priista decidido y resuelto a luchar por conjuntar las voluntades de su partido y de la sociedad para enarbolar una candidatura por el gobierno estatal.
Declaraciones tibias y timoratas son las que acompañan a algunos protagonistas de la administración pública estatal, sitio de donde podría salir un candidato priista, aunque no por ello habría que descartar a la senadora Claudia Anaya Mota, la única legisladora priista zacatecana que ha mostrado interés por una postulación.
Habría que recordar que fue el 24 de junio de 2015 cuando el entonces senador de la República, Alejandro Tello Cristerna fue “destapado” como el candidato del PRI al gobierno zacatecano, en una comida que conjuntó al liderazgo estatal del tricolor, alcaldes y funcionarios gubernamentales del entonces gobernador priista, Miguel Alonso Reyes, quien empujó de esa manera la postulación de Tello Cristerna.
El “destape” filtrado en un diario local desató una serie de controversias e incluso, cuestionamientos a la eventual postulación de Alejandro Tello al gobierno del estado, por lo que el propio entonces senador, tuvo que hacer las “aclaraciones” respectivas y plantear que la nota informativa estaba “fuera de contexto”.
Un año antes el 2 de agosto de 2014 el entonces coordinador de delegaciones de la Secretaría de Desarrollo Social (encabezada en aquel momento por Rosario Robles Berlanga), Pedro de León Mojarro, había celebrado su 58 aniversario con un festejo al que habían asistido presidentes municipales, diputados locales y federales, amigos y compadres en el Salón La Plazuela del Hotel Don Miguel, propiedad del empresario Pedro Inguanzo.
Hoy día el escenario es totalmente diferente. Desde el priismo zacatecano la dirigencia local “presentó” en enero del presente año a sus cuatro aspirantes a suceder al actual gobernador Alejandro Tello Cristerna: Claudia Anaya Mota, Adolfo “Fito” Bonilla Gómez, Roberto Luévano Ruiz y Carlos Peña Badillo, senadora, secretario del Campo (Secampo), Secretario de Desarrollo Social (Sedesol) y director del Instituto Zacatecano de Educación para los Adultos, respectivamente.
De esa manera el priismo local iniciaba su auscultación entre su base militante, a un año de las precampañas que, acorde a la Ley Electoral se empezará a partir del dos de enero del 2021, el año de la elección de la renovación de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, así como de los 58 ayuntamientos.
El 12 de enero de este año coincidentemente el actual secretario del Campo Zacatecano (Secampo), Adolfo “Fito” Bonilla Gómez, celebró su cumpleaños con una gran comida en el Hotel Don Miguel, a la que asistieron la esposa del gobernador Alejandro Tello Cristerna, la doctora Cristina Rodríguez de Tello, las dirigencias de los partidos, PRI, PAN, PRD y su padre, José Eulogio Bonilla Robles, además de cuatro mil comensales, según reportaron algunos medios de comunicación.
La comida tuvo sus grandes repercusiones mediáticas y políticas en su momento pero se apagaron de inmediato. Los otros tres aspirantes al gobierno estatal, han mantenido su “disciplina” institucional y nadie ha mostrado abiertamente su decisión personal de participar por una eventual candidatura al gobierno del estado.
Nadie se mueve, todos simulan, pero nadie crece.
En el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) la situación está peor.
Quien está promoviendo su estrategia es, sin duda, el actual Coordinador General de Ganadería de la Secretaría de Agricultura, David Monreal Ávila. Su coordinadora y asesora de campaña de facto es la comisionada del Instituto Zacatecano de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (IZAI), Julieta del Río Venegas, ex contralora del gobierno de la ex gobernadora Amalia García Medina (PRD).
Pero David Monreal tiene un serio problema. No ha mostrado ni comprobado su militancia en Morena y tampoco ha evidenciado públicamente su renuncia al Partido del Trabajo que lo llevó al Senado de la República en la elección pasada.
En cambio sus seguidores que se agrupan en la organización D21 comparten mensualmente las encuestas que supuestamente lo apuntan como el más firme precandidato al gobierno del estado por Morena.
El pasado ocho de junio el diputado federal Carlos Puente Salas, vocero nacional del Partido Verde Ecologista de México, dio a conocer en una videoconferencia que, independientemente del partido que lo postule (¿?) ven en Monreal a “una persona que puede aportar lo que hace falta para impulsar a Zacatecas”. “Es una alternativa clara”, dijo. O sea, que será su candidato en el 2021.
En el Partido del Trabajo la que se ha encargado de autopromoverse es la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre. Lo ha dicho en distintas entrevistas en medios de comunicación, pero no ha crecido políticamente y tampoco su propuesta ha entusiasmado al interior de su partido. La legisladora petista no tiene un grupo que la respalde, pese a que es una “hechura” del Monrealismo
En el PRD y PAN la situación es muy distinta. No hay una propuesta de liderazgo que los pueda conducir o llevar a una contienda electoral en el 2021. Todo parece indicar que están esperando el guiño del PRI para hacer una alianza electoral. Solos, sería un suicidio contender.
Son los tiempos de sucesión en este momento previo al cuarto informe del gobernador Alejandro Tello Cristerna, quien por cierto, no ha mostrado interés en conducir la sucesión gubernamental. Al menos, eso aparenta.
Al tiempo.