El presidente de EU., Barack Obama, pidió hoy a los padres centroamericanos que dejen de enviar a sus hijos a la frontera y aseguró que los que lleguen serán regresados a sus países y, lo que es peor, podrían no llegar.
“No envíen a sus hijos a la frontera”, afirmó el inquilino de la Casa Blanca, en una entrevista con la cadena de televisión ABC que se retransmitirá el viernes en su totalidad y de la que este jueves se adelantaron algunos fragmentos.
“Si llegan, los enviaremos de vuelta y, lo que es más importante, podrían no llegar”, subrayó Obama.
El presidente insistió en que el mensaje de la Casa Blanca es “absolutamente” que los padres “no envíen a sus niños no acompañados en trenes o a través de un grupo de traficantes” de personas.
“Ni siquiera sabemos cuántos de esos niños no lo logran”, afirmó Obama, quien alertó de que muchos de los pequeños pueden ser víctimas de tráfico sexual o morir al caerse del tren en el que viajan.
La llegada de menores no acompañados a la frontera entre EU. y México superó los 52.000 en los últimos nueve meses, según las cifras del Departamento de Seguridad Nacional.
A eso se suman los 39.000 adultos acompañados de niños detenidos por las autoridades.
La cifra registró una fuerte subida desde el año pasado, cuando las autoridades detuvieron a 24.000 menores no acompañados.
La mayoría de los niños proceden de Centroamérica y una cifra muy elevada son niñas jóvenes y niños con menos de 13 años.
Según establecen las leyes estadounidenses, los menores indocumentados de países que no sean México no pueden ser enviados a sus naciones de origen de forma inmediata.
Las autoridades deben de proveer asistencia sanitaria y cubrir otras necesidades básicas antes de entregarlos a familiares o hogares de acogida tras lo que tendrán que presentarse ante un tribunal de inmigración.