La obesidad y algunos desórdenes neurológicos, como el autismo, están asociados a pérdidas de microbios durante nuestra vida, señaló Miguel Juan Beltrán García, ganador del Premio Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación de Jalisco 2011, al dictar la conferencia “¿Somos lo que comemos? Microbiomas, vegetal y humano, enfermedades y agricultura” en el patio central de Rectoría.
Durante la charla, organizada por el Museo de Ciencias de la UAZ, el investigador procedente del Departamento de Química de la Universidad Autónoma de Guadalajara, habló del reciente estudio de los microbiomas, un conjunto de comunidades microbianas que habitan dentro y sobre el organismo humano o vegetal. Asimismo, se refirió a la importancia de conocer estos microorganismos y la función que cumplen en la simbiosis con los organismos vivos.
El microbioma humano –dijo– ha llamado la atención desde hace diez años. Con el estudio de genoma y de las diversas técnicas de la biología molecular, los científicos encontraron la existencia de una simbiosis de organismos vivos con algunas bacterias, algunos hongos y arqueas (un dominio de microorganismos unicelulares sin núcleo, ni orgánulos).
De manera más reciente, dijo Beltrán García, el microbioma ha despertado interés, ya que la obesidad y algunos desórdenes neurológicos, como el autismo, están asociados a pérdidas de microbios durante el transcurso de la vida.
“Nuestra piel, por ejemplo, tiene diferentes segmentos en los que viven estos microorganismos, los cuales cumplen un papel específico”. La piel, como un órgano, mantiene o estimula el crecimiento de bacterias benéficas, pero el baño excesivo y el empleo de jabones antibacteriales las eliminan, hecho que se asocia a algunas enfermedades, advirtió el conferenciante.
El uso de antibacteriales limita el papel del microbioma, que es un activador y parte del sistema inmunológico de nuestro organismo; algo similar puede suceder cuando se aplican fertilizantes en las plantas.
