El catastrófico Otis nos ha dejado una lamentable lección: El Gobierno de México no está preparado para enfrentar desastres naturales. No supo actuar en la prevención, no implementó los protocolos adecuados y dio respuesta tardía tras los daños causados por el huracán categoría 5, que destruyó varios municipios de Guerrero, especialmente el paradisiaco Puerto de Acapulco.
Por increíble que nos parezca, 21 horas antes de que el huracán tocara tierra en Guerrero el Gobierno morenista de Andrés Manuel López Obrador ya sabía que la tormenta tropical se intensificaría con el pasar de las horas, porque así lo anunció el Centro de Huracanes de Miami. Y a pesar de saberlo no dio aviso a la población ni implementó los protocolos oficiales y necesarios para proteger la vida y el patrimonio de alrededor de 1 millón de personas.
El resultado de la ineficacia mostrada por el Presidente de la República hasta ahora ha contabilizado 48 decesos, 270 mil familias que perdieron sus viviendas, la falta de servicios básicos como agua y luz, la escasez de alimentos y la rapiña en los pocos negocios que aún tenían mercancías. Esto originado por la tardía respuesta de las autoridades federales tras la tragedia para proporcionar ayuda a damnificados y garantizar la seguridad pública.
¿Qué más podríamos esperar de un gobierno federal que lejos de organizar a la población utilizó a la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano para decomisar la ayuda que enviaba la sociedad civil, con el propósito de empaquetarla y entregarla con su logotipo?,¿Qué se puede esperar de un Presidente que decide ir a la zona en tragedia vía terrestre, a sabiendas de que las carreteras estaban destruidas; sólo para montar un espectáculo mediático?,¿Qué se puede esperar de las autoridades morenistas encabezadas por una Gobernadora y una alcaldesa de Acapulco que se escondieron?
En el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (GPPAN) nos solidarizamos con el pueblo de Guerrero y nos unimos a la decepción manifestada por el 91 por ciento de las y los guerrerenses damnificados que señalaron que en lo inmediato no recibieron apoyo de ningún nivel de gobierno o autoridad.
Ante tal desgracia, el PAN es parte de la iniciativa presentada por el Frente Amplio por México que propone la expedición de la Ley de Emergencia y Reactivación Económica frente a Eventos no Esperados, cuyo énfasis se centra en garantizar los derechos humanos en todas las personas afectadas por emergencias.
Para el caso de Guerrero, con la iniciativa proponemos aplicar 50 mil millones de pesos a la atención de los afectados por el huracán Otis; crear un seguro de desempleo para que la gente tenga un ingreso fijo y se dé la figura de empleo temporal para ayudar a miles de personas; así como exceptuar hasta con el 50% del pago del IEPS a todas las concesiones de transporte en el ámbito federal por el tiempo que dure la emergencia.
Además, planteamos que la CFE no suspenda el servicio de energía eléctrica por el tiempo que dure la declaratoria de emergencia económica; solicitamos que los créditos vivienda a las y los trabajadores tengan un tratamiento especial y se dé prórroga en los pagos; y que las micros, medianas y pequeñas empresas puedan deducir hasta en un 100% las contribuciones que deriven de pagar sueldos y salarios, entre otras medidas urgentes.
Desde la Cámara de Diputados acompaño a la población de Guerrero y en este análisis del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2024 presentaré reservar para solicitar recursos para la reconstrucción de Acapulco, porque es necesario unir esfuerzos ante un Presidente impávido frente a las desgracias. Los ejemplos están en Otis, la pandemia de Covid que dejó más de 500 mil muertos y en la orden que dio en el 2020 para inundar zonas indígenas y pobres de Tabasco por el desfogue de una presa.
Noemí Luna
Diputada Federal
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