Los estudiantes de la Unidad Académica de Ciencias de la Tierra (UACT), recolectaron y entregaron víveres para brindar a atención a los brigadistas que apoyaron a controlar el incendio que se registró en el semidesierto al sur del estado.
En contexto, en la primera semana de este mes, se presentó un incendio forestal en el Cerro del Temeroso ubicado entre los municipios de Mazapil y Concepción del Oro del estado de Zacatecas, lugar al que acudieron un grupo de brigadistas para controlar y apagar este desastre natural.
Dicho personal, que se encontraba atendiendo este incendio, requirió de un mayor número de suministros para efectuar su labor, por lo que alumnos del programa de la Licenciatura en Ciencias Ambientales en atención a su solicitud, tuvieron a bien realizar una recaudación de aguas embotelladas, sueros, barras energéticas, comida enlatada, galletas saladas, así como material básico de curación.
Para cumplir esta finalidad, los jóvenes universitarios trataron de sensibilizar a la población zacatecana para que donaran insumos en el parque “Ciencias de la Tierra”, espacio donado por el municipio capitalino, y a su vez, punto de partida para que lo recabado llegará al DIF Municipal de Concha del Oro.
“A través de redes sociales y con el apoyo de la dirección de la Unidad Académica de Ciencias de la Tierra, en donde se permitió establecer un punto para recibir los víveres, se obtuvo el apoyo de la ciudadanía al brindar además de las aguas embotelladas, sueros, barras energéticas, comida enlatada, galletas saladas, entre otros alimentos no perecederos”, informó la docente universitaria, Martha Celia Escobar León.
Para finalizar, la también secretaria administrativa de la UACT destacó que se entregó material básico de curación, como: vendas, nafazolina, gotas oftálmicas y bálsamo para labios, todo ello para brindar atención a brigadistas que apoyaron en el control y extinción del incendio forestal.
Cabe mencionar que, gracias a la intervención de brigadistas, combatientes, militares, elementos de la Guardia Nacional y voluntarios, se logró el declive de este siniestro, que consumió más de 500 hectáreas y puso en riesgo una especie de pino piñonero, única en el mundo.