Zacatecas, Zac. – El directo de la Escuela de Formación y Especialización del Poder Judicial, Raúl Carrillo del Muro, informó el término de la maestría en Derecho Familiar, realizada completamente a distancia, caracterizada por un modelo innovador, bajo un esquema de competencias en formación científica y política y con un claustro docente de talla nacional e internacional.
Carrillo del Muro destacó que a pesar de que el alumnado y docentes estuvieran a distancia, se vieron hermanados por el deseo de conocer más, de ser mejores profesionales e impartidores del Derecho Familiar.
En su mensaje, y en calidad de representante del alumnado de la Maestría, el magistrado Arturo Nahle García, presidente del Tribunal Superior de Justicia, señaló enérgicamente que el Derecho Familiar ha cambiado de manera impresionante respecto al siglo pasado.
“Hace 40 años nos enseñaron que solo había un tipo de familia, hoy luego del fin de un siglo, de un milenio y bajo la revolución de los derechos humanos en México, sabemos que existen familias nucleares, multinucleares, homoparentales, familias unipersonales, familias lat, etc; y quienes deseamos no permanecer obsoletos en el conocimiento, rigurosamente debemos volver a las aulas del Derecho”.
Por lo anterior agradeció al Poder Judicial, al Pleno del Tribunal por esta gestión ante docentes de la más alta investidura para especializar a funcionarias y funcionarios que día a día lidian con temas de patria potestad, divorcios, interés superior de niñas, niños y adolescentes, convivencias supervisadas, pensiones alimenticias y especialmente el juzgar con perspectiva de género al justiciable.
Es así que además brindó su reconocimiento a cada egresada y cada egresado, pues su ímpetu por profesionalizarse significó una tarea extra a sus labores diarias e implicó sacrificar tiempo de calidad con sus familias, sin embargo, dijo, el resultado será apremiante y satisfactorio.
En representación del Poder Judicial y a nombre del Pleno del TSJEZ, la Magistrada Beatriz Navejas Ramos, Presidenta de la Primera Sala Civil, reconoció el trayecto cargado de esfuerzos durante los dos años que duró este posgrado, viendo en cada participante su interés por ser mejores servidores y dijo “no hay mejor satisfacción que el saber del deber cumplido”.