El Gobernador de Zacatecas, David Monreal, está encaprichado en realizar un viaducto elevado en el boulevard Adolfo López Mateos y calzada Héroes de Chapultepec, popularmente llamado “segundo piso”, dizque para mejorar la movilidad entre la capital y el municipio de Guadalupe.
Sin embargo, el trasfondo de la obra es maquiavélico. Nada tiene que ver con la atención a la población. Su finalidad es el enriquecimiento de la familia Monreal y sus cercanos.
La administración morenista no está pensando en solucionar las crisis del estado, como inseguridad, procuración e impartición de justicia, incipiente economía, alta migración, carencia de empleo, escasez de agua, pobreza, mejora de servicios de salud o edificación de carreteras.
Si destinara los 3.6 mil millones de pesos a mejorar los servicios de la Fiscalía General de Justicia del Estado, el hijo de la madre buscadora Virginia de la Cruz no habría permanecido ocho meses en el Semefo sin identificación, a pesar de que ella denunció su desaparición, dio muestras de ADN y permanentemente acudió a las oficinas.
O las feministas agredidas por policías estatales y municipales en la manifestación del 8 de marzo pasado ya habrían recibido justicia. O ya se habría capacitado al personal de las corporaciones policiacas para enfrentar a la delincuencia y disminuir los homicidios dolosos.
En lo que sí está pensando el Ejecutivo estatal es en hacer el “negociazo” de la vida, porque inmediatamente después de que presentó el proyecto y dio a conocer la inversión, investigadores de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) denunciaron el sobrecosto de la obra.
Los números no mienten.
El Gobierno del Estado planea invertir 3 mil 600 millones de pesos para construir un tramo de 3.4 kilómetros de longitud. Es decir, cada kilómetro costará al pueblo zacatecano más de 1 mil 93 millones de pesos, para recorrer en auto un tramo que actualmente requiere, en promedio, un tiempo de 15 a 20 minutos.
El grupo de ingenieros de la UAZ comparó el costo del viaducto elevado de Zacatecas con otras obras similares, como el “segundo piso” de la carretera México-Puebla, edificado en este 2014, con un costo por kilómetro de 686 millones de pesos; o el “segundo piso” de la Ciudad de México, realizado en el 2004, que su precio actualizado sería de 478 millones de pesos por cada mil metros lineales. Es decir, el de nuestro estado costaría alrededor del doble.
Ante el rechazo social a la construcción de una obra que cambiaría por completo la imagen urbana de Zacatecas, Patrimonio Histórico de la Humanidad, y que requeriría alrededor del 10% del presupuesto anual del estado, David Monreal con artimañas trata de engañar a la población para “legitimar” una decisión ya tomada.
Convierte a la máxima casa de estudios en su cómplice al encargarle la Encuesta Ciudadana sobre el Plan de Movilidad para el Bienestar, levantada del 8 al 10 de julio. Aquí nuevamente aplica el dicho “el que paga manda”. Y lo esperado: el resultado fue que alrededor del 70% de encuestados, unos 3 mil 900, quiere… desea… le urge… suplica… por que se haga el “segundo piso”. Una gran mentira. Lamentable papel el que asume hoy la UAZ.
Y como en el Partido Acción Nacional (PAN) estamos en contra de esa obra faraónica, que será el monumento a la corrupción, David Monreal, en su venganza incontenible, utiliza los medios a su alcance para presionarnos. De ahí se explica que el Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas, encabezado por una afín a él, haya anulado la elección en la que nuestro compañero el panista Miguel Varela ganó la presidencia municipal.
El PAN no se dejará intimidar, no aceptaremos encuestas ciudadanas a modo, no permitiremos que los recursos de las y los zacatecanos sean robados y a toda costa defenderemos la democracia.
Noemí Luna
Diputada Federal