Los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN) tienen definidos prácticamente a los precandidatos a las dirigencias nacionales. Se tienen tres aspirantes por instituto político que pertenecen a igual número de grupos internos. En la actualidad, los grupos a los que pertenecen los presidentes tienen el control entre los consejeros.
Acción Nacional espera que esta semana el Instituto Federal Electoral (IFE) apruebe sus nuevos estatutos y seguir el proceso de renovación, aunque se tiene la propuesta de posponer la elección —vía militantes— del líder hasta marzo, los estatutos marcan que la elección se lleva a cabo en diciembre.
El sol azteca realiza su elección hasta marzo, pero los precandidatos ya iniciaron el proselitismo interno. Cada uno lo hizo con distinta estrategia; Marcelo Ebrard, con la petición de que sea una consulta ciudadana la que decida al nuevo líder; Carlos Navarrete exhibió negociaciones entre el Gobierno federal y PRD; Carlos Sotelo acusó traición de Graco Ramírez en el tema de la reforma energética.
Desde la academia, la opinión que tienen es que cada precandidato busca posicionarse internamente y ante el Gobierno federal; por ejemplo, Gustavo Madero lo ha hecho mediante los acuerdos en el Pacto por México; Josefina Vázquez Mota, mediante la unidad, al ser arropada por ex gobernadores y ex dirigentes; Ernesto Cordero, en el Legislativo.