El especialista en narcotráfico y seguridad nacional, Edgardo Buscaglia, propuso la creación de un cuerpo de policías comunitarios en el interior del país “y no esta mezcla de autodefensas y paramilitares que tienen ustedes en Michoacán, en donde van a pagar un altísimo costo el gobierno federal y los michoacanos, por esta permisividad que están hoy experimentando. Eso que están haciendo hoy en Michoacán es contranatura”.
Al abundar sobre lo anterior en la presentación de su libro “Los Vacíos del Poder en México”, el autor sostuvo que “el Estado está reconociendo en ese acuerdo firmado en enero (2014) que es un Estado fallido. Es un reconocimiento de su debilidad. Es clarísimo”.
Explicó que el “establecimiento de una policía comunitaria es un procedimiento institucional y no de que aparecen tipos con AK 47 y fusiles y con granadas que dicen vamos a proteger a la gente”.
Argumentó que “es un proceso de construcción institucional en donde se identifican a las personas con un perfil sicológico, profesional, de mujeres y hombres, algunos con talentos de sicología otros de trabajadores sociales, que van a operar como policías comunitarios y atender las patologías sociales”.
Buscaglia fue invitado por el diario La Jornada Zacatecas para presentar un libro de su autoría en cuya presentación estuvo acompañado por el procurador de Justicia del estado, Arturo Nahle García y el ex diputado perredista Raymundo Cárdenas Hernández, uno de los fundadores del diario quien participó también como comentarista.
El investigador mencionó en su participación que la corrupción política que existía bajo el sistema priista de antaño, como partido político de Estado, “era un sistema de corrupción política controlada, de comando y control, donde no podías llevar adelante grandes actos de corrupción política sin permiso”.
Añadió que “tenía que tener un permiso tácito, porque había un sistema de control desde Los Pinos hacia abajo, implementado a través de instituciones como la Dirección Federal de Seguridad”.
“(Pero) La corrupción política en México es hoy, no controlada de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, sino que está fragmentada, está descontrolada”.
Argumentó al respecto que “yo soy una de las personas como muchos de ustedes que parto de una base ético jurídica que dice que hay que erradicar a la corrupción, pero tratar de eliminarla es como querer erradicar al adulterio. Es un poco difícil”.
Al abundar sobre el tema de la corrupción en México comentó que va a casas de diputados de cuatro o cinco millones de dólares en los lugares más sofisticados de los diferentes estados mexicanos.
“Es un diputado que está a cargo de una comisión –supóngase ustedes- que está legislando sobre el tema del cual yo estoy trabajando. Yo estoy en un palacio de mármol, con fotos del Papa con la señora; me encuentro con una riqueza que es imposible de explicar ya que esa persona hace cuatro años era un empleado estatal, no tenía patrimonio propio”, precisó.
Agregó que “nadie dice que esos dineros hayan salido de la delincuencia organizada, no importa; quizá hayan sido sobornos de una empresa legal, pero tu cuando te encuentras con un descontrol patrimonial como el mexicano, es muy difícil convencer a las elites (gobernantes) bajo condiciones normales de temperatura y presión de que tienen que implementar estas 26 medidas de las que vengo hablando desde hace mucho tiempo”.
Al respecto destacó que sindicatos y partidos deben estar sujetos a estándares de auditoría y transparencia contable, “igualitos a los que tiene que cumplir usted señor o señora como empresarios pequeños de Zacatecas si les hace una auditoría al SAR” (Sistema de Administración Tributaria).
Edgardo Buscaglia señaló que los países que implementaron este tipo de medidas inmediatamente comienzan a bajar la corrupción política, lo cual está comprobado.