La ministra de Salud de Chile, Helia Molina, afirmó hoy que son seis los hospitales que el país designará para tratar a los eventuales pacientes contagiados con ébola, mientras 118 centros de atención de urgencia estarán equipados para recibirlos y trasladarlos hasta los sanatorios.
Tras una visita al Instituto de Salud Pública, la ministra Molina precisó que en Santiago estarán habilitados el Hospital de Enfermedades Infecciosas Lucio Córdova y el Hospital Militar.
En el norte, quedó definido el Hospital de Antofagasta, mientras en la ciudad de Viña del Mar, a 128 kilómetros al noroeste de Santiago, el Hospital Naval.
En el sur, el Hospital Regional de Temuco y el Hospital Regional de la ciudad austral de Punta Arenas.
La titular de Salud señaló que “al igual que la mayoría de los países que hoy día están preparados para recibir sospechosos, hemos centralizado en algunos establecimientos del país todas las condiciones y toda la infraestructura e insumos que se requieren en estos casos”.
Explicó que estos seis establecimientos fueron denominados como “Centros de Referencia Nacional para Ébola”.
La ministra detalló que los seis recintos fueron elegidos “por la zona geográfica y su calidad de infraestructura física, que permite tener los espacios de aislamiento que son absolutos en casos de pacientes sospechosos”.
Aseguró que todos ellos tienen los equipamientos de cuidados intensivos, porque los pacientes de ébola, la totalidad de ellos, deben ser tratados en Unidades de Cuidados Intensivos, aseveró.
El pasado 14 de octubre, Chile decidió aumentar los requisitos para la concesión de visados con el fin de evitar un eventual contagio de ébola, confirmó a Efe en esa oportunidad el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz.
Aunque la medida va dirigida fundamentalmente a los ciudadanos que pueden haber estado en lugares infectados por esta enfermedad, el ministro explicó que será aplicable a todos los que deben solicitar visa para entrar al país
Dos días antes, un ciudadano chileno procedente de Guinea Ecuatorial había sido aislado en un hospital de Santiago ante el temor de que padeciera ébola.
Sin embargo, los exámenes posteriores determinaron que los síntomas correspondían a malaria, aunque el caso suscitó bastante inquietud en amplios sectores de la población.
