Un centro de refugio para inmigrantes en la periferia de la capital italiana fue hoy parcialmente desalojado, luego que habitantes de la zona atacaron las instalaciones y golpearon a un extranjero.
La oficina de Políticas Sociales del ayuntamiento romano confirmó que 43 de los 72 huéspedes del centro para solicitantes de asilo en el barrio de Tor Sapienza fueron transferidos a otras sedes.
“Se trata de una transferencia y no de un desalojo para evitar que se generaran otros incidentes y retornar a la calma”, dijo un portavoz del ayuntamiento.
Precisó que 36 de los trasladados eran menores extranjeros no acompañados y el resto jóvenes en estado de semiautonomía.
“El centro de acogida que está ahí desde hace años fue gravemente dañado y muchos de sus espacios están por ahora inutilizables, por lo que se realizan pericias para evaluar los daños”, agregó el portavoz.
Por la mañana del jueves un grupo de habitantes del barrio lanzó botellas contra el edificio, que en las dos noches precedentes fue atacado con objetos y petardos.
Los agresores también incendiaron varios contenedores de basura y se enfrentaron con las fuerzas del orden que protegían el centro.
Asimismo, el miércoles un inmigrante congoleño que pasaba por la zona fue golpeado y debió refugiarse en el centro, confirmó la policía.
Los residentes de Tor Sapienza son en su mayoría italianos desempleados o con un salario mínimo y acusan a los inmigrantes de varias agresiones contra mujeres de la zona y de robo a personas y casas.
Sin embargo, la organización católica Caritas, que administra ese tipo de centros, negó que los indocumentados de Tor Sapienza hayan estado involucrados en actos criminales.
“El centro de acogida para solicitantes de asilo y para menores extranjeros no acompañados de Tor Sapienza es desde hace años una estructura modelo en la que 36 menores seguían un útil proceso de formación e inserción profesional”, aseguró Caritas a través de un comunicado.
“Ninguno de los habitantes del centro resulta involucrado en episodios de criminalidad”, aseguró.
La comunidad católica de San Egidio denunció por su parte que lo sucedido en Tor Sapienza han sido “episodios violentos de trasfondo racista que demuestran cómo en los barrios de las periferias urbanas se difunde una peligrosa cultura de la violencia”.
