Inclusión de Género, Significa Progreso Social
Geovanna Bañuelos de la Torre
En nuestro país, cada día las mujeres múltiples retos: sacar adelante a una familia, ser madres trabajadoras, educar a los hijos e incluso, en muchas ocasiones, estar frente al hogar. Por eso, en México, hablar de equidad de género, no se trata de superar los méritos de los hombres. Significa luchar todos los días al lado de ellos.
El ser mujer en nuestro país, es un reto mayúsculo. Es luchar contra la desigualdad y buscar espacios más dignos dentro de la sociedad. Y vaya que las mujeres somos mayoría, somos el 51% del total de la población.
A nivel nacional, 7 millones son jefas de familia, lo que representa una cuarta parte de todos los hogares mexicanos. Pero esta cifra tiene una particularidad: estas mujeres, son separadas, viudas o divorciadas. Por otro lado, en nuestro sector, el analfabetismo es mayor que el de los hombres. En muchos de los casos, la deserción escolar se debe a la necesidad de encontrar una fuente de empleo. Y paradójicamente, la mujer ocupa los más altos índices de desempleo en relación a los varones.
Pero aquí no acaban las desventajas para nosotras: En el mercado laboral, contratan más a los hombres, aunque no tengan experiencia. Otro dato demoledor. Si a una mujer le pagan dos salarios mínimos, a los hombres se les duplica. Además, nuestros trabajos tienen menor estabilidad. El Inegi ha documentado que la población más vulnerable por cuestiones de discriminación al momento de separarse de su trabajo, fue el sector femenino. Y producto de nuestra cultura machista, una cuarta parte de las mujeres, han sido discriminadas.
Si se les pregunta a las mexicanas ¿cuál es su mayor preocupación?, la respuesta es la violencia, seguida del desempleo. La mayoría han sido agredidas por su pareja ya sea de manera física, psicológica, sexual o económica.
Por eso, no nos asombremos cuando nos dicen que México se encuentra en el lugar número 72 entre 146 países en el Índice de Desigualdad de Género. De ahí que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, recomienda al Estado crear las condiciones para una vida digna delas mujeres desde diferentes ámbitos: educativos, laborales, de salud, igualdad y por supuesto en sus derechos políticos y civiles.
En Zacatecas, cerca del 6% de las mujeres son analfabetas. Debido a la marginación, pobreza y migración el 20% de los hogares zacatecanos, aproximadamente unos 70 mil, son atendidos por mujeres. De los desempleados en nuestro estado, 25% son hombres, y el resto, 75%, son mujeres. En el rubro de Desarrollo Humano en cuestión de género, Zacatecas se encuentra en el lugar número 25 de las 31 entidades del país. ¿Qué quiere decir esto? Que estamos en las últimas posiciones en toda la República Mexicana.
Ante este escenario, es urgente impulsar programas, proyectos y políticas públicas para hacer efectiva la igualdad entre hombres y mujeres.
También existen disparidades en la administración pública, por ejemplo, dentro del presupuesto de este 2014, para la oficina del gobernador se destinaron más de 128 millones de pesos. Mientras que para la Secretaría de la Mujer, se asignó unpresupuesto mucho menor, tan solo 24 millones.
En la actual Legislatura Estatal, sólo el 40% de los escaños están ocupados por mujeres. El 90% de los síndicos municipales son para el sector femenino, sin embargo, en los 58 ayuntamientos, sólo hay una alcaldesa. Mientras que en el Gobierno del Estado, también son evidentes los contrastes: el 80% de los mandos superiores están ocupados por hombres.
Poco a poco estamos ganando espacios dentro de la política. Pero a la fecha, seguimos a merced de las decisiones de quienes controlan el poder público, que por supuesto, son los hombres. Estoy convencida de que, para que nuestro país sea mejor y más democrático, las decisiones trascendentales deben tomarse con igualdad de género.
La mujer tiene mucho que aportar y contribuir en la vida social, cultural, política y civil de nuestra nación. Pero mi postura no es la de un feminismo radical. Si participamos en la política, es para generar un contrapeso del sexo masculino. Debemos construir, trabajar, gobernar, al lado de los hombres.
De tal manera, que el sector femenino tiene una mayor responsabilidad: Hacer política para dignificar todos los géneros, para engrandecer a la humanidad. La inclusión y la equidad, significa darle su lugar en la sociedad a todos los sectores. Y créanme, esto significa progreso.
Balzac decía: “Quien sabe gobernar a una mujer sabe gobernar un estado”. Yo diría: quien sabe gobernar, sabe incluir a las mujeres.