El Papa Francisco incluyó hoy al cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera en el flamante Consejo para la Economía, un organismo que se encargará de establecer las políticas financieras y administrativas del Vaticano.
El arzobispo de la Ciudad de México compartirá funciones con otros siete purpurados de diversas nacionalidades del mundo y con igual número de especialistas a nivel internacional en materia de economía.
El Consejo, creado gracias a un decreto de Jorge Mario Bergoglio publicado el 24 de febrero pasado, sustituirá a un grupo de trabajo de 15 cardenales que se ocupaban de los “problemas organizativos” de la Santa Sede, pero que no tenía una autoridad real.
El nuevo ente dependerá directamente del Papa y sus directivas serán puestas en práctica por la Secretaría de Economía, un nuevo “ministerio” de la Sede Apostólica que concentrará todas las funciones en la materia.
Las relaciones entre el Consejo y la Secretaría serán definidas por un estatuto que se redactará en breve. No obstante la sala de prensa vaticana anticipó que el primero tendrá una “propia autoridad de acción” y no será solo un mero órgano consultivo.
“La proveniencia de las diversas áreas geográficas de los miembros nominados por el consejo refleja como exigía el ‘motu propio’ (decreto papal) la universalidad de la Iglesia”, indicó el portavoz papal Federico Lombardi.
“La constitución del Consejo para la Economía es un paso clave hacia la consolidación de las actuales estructuras de gestión de la Santa Sede, a fin de mejorar la coordinación y la vigilancia sobre las cuestiones económico-administrativas”, apuntó.
Precisó también que el Consejo entrará en operación inmediatamente y su primer encuentro está previsto para el mes de mayo próximo.