Una vez de que cumplieron su misión histórica de llenar el vacío de autoridad que había en Michoacán y socavar las complejas estructuras criminales, los grupos de autodefensa emprenderán este lunes el camino hacia su disolución.
La entrega de armas al Gobierno de la República y su mutación hacia instituciones gubernamentales vendrá a poner fin a estas inéditas figuras ciudadanas que se gestaron como respuesta al Estado fallido en que se había convertido la entidad desde la administración de Lázaro Cárdenas Batel, y su putrefacción total con Leonel Godoy Rangel.
El proceso de desarme deberá concluir el próximo diez de mayo, fecha a partir de la cual dejarán de existir los diversos grupos de autodefensa que se extendieron a todo lo largo y ancho de los principales corredores y santuarios de la delincuencia organizada. Una ponderación de la agencia Quadratín resalta que sin duda la mayor aportación de las fuerzas humanas que han liderado personajes como José Manuel Mireles, Hipólito Mora y Estanislao Beltrán es que el Estado mexicano haya atendido de manera integral el drama michoacano.
De acuerdo con lo pactado por los grupos de autodefensa y las distintas autoridades, el proceso de desarme se llevará a cabo del 28 de abril al diez de mayo, para lo cual las instituciones federales brindarán todas las facilidades para que sea ordenado y transparente. Por unanimidad, las partes aprobaron que cada persona que entregue sus armas hará una prueba balística, por lo que deberá llevar por lo menos dos cartuchos útiles; cada arma será disparada y se realizará la prueba de ojiva.