Al menos 232 mineros han muerto en el accidente que se produjo el martes en el oeste de Turquía, según anunció el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, a su llegada al lugar de la tragedia.
Aún quedan alrededor de dos centenares de mineros atrapados en el interior de la mina de carbón, en la que ayer se produjo un incendio, y varios sindicalistas han señalado que la probabilidad de encontrar supervivientes es casi nula.
Özgur Ozel, un diputado local del partido opositor CHP, avanzó que ya había 350 muertos, en lo que tiene visos de ser el mayor accidente minero de la historia de Turquía y uno de los diez mayores del mundo.
Turquía ha decretado tres días de luto, y la tristeza se mezcla con la rabia por la crónica falta de seguridad en la minería, lo que ha dado lugar a enfrentamientos entre estudiantes y policía.
Los alumnos de la Universidad ODTÜ de Ankara decidieron hoy boicotear las clases y marchar en protesta hacia el Ministerio de Energía, pero fueron interceptados por la Policía, que utilizó cañones de agua a presión y gas lacrimógeno para dispersarlos.
Los estudiantes respondieron lanzando adoquines, cócteles molotov y petardos y uno de los manifestantes fue detenido, tras ser herido en la cabeza, informa el diario “Hürriyet”.