La Cámara de Representantes de Estados Unidos tiene previsto debatir hoy una moción de la oposición republicana que insta al Gobierno a imponer sanciones a miembros del régimen venezolano que consideran sospechosos de violar los derechos humanos.
La Cámara debatirá el proyecto de ley “Derechos Humanos y Protección de la Democracia en Venezuela”, surgida debido a las protestas antigubernamentales que tienen lugar en ese país desde hace más de tres meses y que han dejado más de 40 muertos y cientos de heridos.
El Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el pasado 9 de mayo un proyecto de ley bipartidista para imponer sanciones contra algunos altos cargos venezolanos y el Senado estudia su propia versión.
“El Congreso de Estados Unidos mostrará su apoyo por los que buscan #libertad en #SOSVzla”, indicó en un mensaje de Twitter la legisladora Ileana Ros-Lehtinen, una de las impulsoras del proyecto de ley, que acusó a la administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de permanecer “callada”.
El Gobierno de Obama se muestra reticente a inmiscuirse en el conflicto de Venezuela al menos hasta que se agoten las opciones de diálogo entre el Ejecutivo y la oposición que propician Unasur y el Vaticano.
En caso de que ambas cámaras llegaran a un acuerdo para aprobar las sanciones, el presidente estadounidense tendría que decidir si rubricar o vetar la ley y los altos cargos venezolanos, entre otras cosas, verían bloqueados sus bienes en Estados Unidos y tendrían prohibida la entrada al país.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo el miércoles que no reconocerá ninguna ley para sancionar a altos cargos de su país dictada por Estados Unidos y señaló que, en caso de que se apruebe, se enfrentará a ella “en todos los escenarios mundiales”.
Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos están en uno de sus momentos más bajos, sin embajadores y con continuos conflictos que se han traducido, entre otras cosas, en la expulsión por parte de Caracas de ocho diplomáticos estadounidenses acusados de injerencia, a lo que Washington ha respondido con una medida equivalente.