El presidente estadounidense, Barack Obama, anunciará mañana en un discurso en la academia militar de West Point un aumento del apoyo material y entrenamiento a la oposición moderada siria, según fuentes consultadas por el Wall Street Journal.
Según funcionarios citados por el diario económico, el presidente declarará su intención de “aumentar el apoyo a las operaciones de la oposición moderada siria, así como a vecinos de Siria”.
Aunque en el discurso de graduación de West Point el mandatario estadounidense no entrará en detalles, se espera que indique que la ayuda incluirá entrenamiento a milicias del Ejército Libre Sirio (ELS), reconocido por Estados Unidos.
El programa para preparar a los milicianos, que llevan tres años de guerra contra el gobierno de Bachar al Asad, podría estar liderado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y contar con la participación de fuerzas especiales.
Hasta el momento, Estados Unidos ha proporcionado ayuda logística y armamento ligero, y desde comienzos del año ha aumentado su aporte a los rebeldes con los primeros misiles antitanque y operaciones de entrenamientos en Jordania, en las que no obstante aún no se implica un número significativo de expertos estadounidenses.
Estados Unidos se ha mostrado reacio a aumentar su participación en el conflicto sirio, mientras que la oposición moderada a Al Asad ha perdido terreno frente a las fuerzas leales a Damasco y ante la radicalización de los rebeldes con grupos cercanos a Al Qaeda.
Según las fuentes consultadas por el diario, aún quedan muchos detalles por determinar para ampliar los entrenamientos de rebeldes, como el país que los acogerá, el personal que dirigirá los entrenamientos o cómo se elegirá a los participantes para evitar que extremistas islámicos tomen parte.
Estados Unidos teme que el conflicto sirio se extienda y ponga en riesgo la estabilidad de Irak y Jordania, aunque también existe temor a que el influjo de armas estadounidense acabe en manos de radicales.
En el discurso del miércoles en West Point, Obama delineará su visión en política internacional, criticada en Estados Unidos por ser poco resolutiva y haber respondido con tibieza a problemas como el uso de armas químicas en Siria o a la anexión de Crimea por parte de Rusia.