Yo también ya me cansé
Geovanna Bañuelos de la Torre
Hace unos días leía en las redes sociales el comentario de un joven que solicitaba a los partidos políticos mantenerse al margen de las movilizaciones en apoyo a los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Estoy consciente de que la mayoría de los ciudadanos no creen ni en los partidos, ni en los políticos. Los reclamos de todos los sectores de la ciudadanía son legítimos, son sólo suyos y van más allá de las instituciones.
También creo que no todos aquellos que nos dedicamos a la política, somos deshonestos. Aún podemos encontrar en nuestro país a quienes se entregan y sirven al pueblo, quienes escuchan y atienden los reclamos ciudadanos. Lamentablemente, la clase política atraviesa por una crisis de credibilidad.
Como ciudadana, este jueves decidí participar en la manifestación que se realizó en el Centro Histórico de la Capital. Desde mi trinchera lo he hecho en múltiples ocasiones. Del mismo modo, he señalado puntualmente la corrupción, los errores, omisiones y prepotencia de los gobiernos, particularmente de esta administración estatal.
Pero sobre todo, como mexicana, no soy indiferente a lo que le sucede a mi país, por eso he decidido alzar la voz.
Miles de personas han salido a las calles a ejercer su derecho a expresarse. Con nuestra fuerza podemos decir lo que pensamos y lo que queremos. Porque gracias a nuestra libertad, podemos exigir.
Hoy más que nunca, nuestra voz, se escucha por todos los rincones de nuestro país, incluso ha tenido eco a nivel mundial.
¡Ya me cansé! Es la frase del ¡ya basta! Del ¡no más! Por todos lados se escuchan, se leen, se gritan frases como: Ya me cansé de promesas incumplidas, de un país dividido. Ya me cansé de que millones de mexicanos sean pobres, de no tener empleo.
Ya me cansé de los gasolinazos, de empresas que contaminan impunemente. Ya me cansé de que las familias no alcancen para el gasto familiar mientras gobernantes corruptos, remodelan o construyen residencias.
Ya me cansé del mal servicio y la negligencia en las instituciones de salud. Ya me cansé de la corrupción, de la mordida que pide el funcionario deshonesto.
Ya me cansé de que extorsionen a los migrantes, de los policías coludidos con el narcotráfico. Ya me cansé de los altos salarios de los burócratas, de que exploten al obrero.
Ya me cansé de que me digan que tenemos un estado más seguro, de las mentiras del gobernador. Ya me cansé de que nos digan que no pasa nada.
Ya me cansé de que al campesino no le paguen el justo valor por sus cultivos, de que no le den oportunidad a la gente talentosa.
Ya me cansé de que los jóvenes ni trabajen, ni estudien, de la discriminación, de los ancianos olvidados.
Ya me cansé del nepotismo, del narcotráfico. Ya me cansé de la ineptitud del presidente. Ya me cansé de que quieran vender nuestro país.
Los mexicanos están cansados de los miles de muertos, secuestrados, torturados. Están hartos de sus gobiernos.
Como zacatecana, como mujer que sueña con tener un país más justo, yo también. ¡Ya me cansé!