Por Rocío Pedroza
ZACATECAS.- Las campañas electorales rumbo a la sucesión gubernamental en Zacatecas arrancaron oficialmente el 2 de abril del presente año, aunque desde tiempo atrás ya se perfilaban los posibles aspirantes.
Tal es el caso de David Monreal Ávila, quien desde agosto de 2015 fue nombrado por Andrés Manuel López Obrador como representante único de la soberanía popular de Movimiento de Regeneración Nacional en Zacatecas, quien resultó en mejor posición que el entonces legislador local José Luis Figueroa Rangel en una encuesta al interior del partido.
Fue el 14 de enero que el Comité Ejecutivo Nacional del PRI informó la determinación de apoyar la candidatura del senador con licencia Alejandro Tello Cristerna tras firmar el acuerdo de unidad por el futuro de Zacatecas que dejaba en el camino a sus contendientes Adolfo Bonilla Gómez, Carlos Aurelio Peña Badillo, Roberto Luévano Ruíz.
El 14 de febrero una disputa al interior del Partido de la Revolución Democrática entre los aspirantes Rafael Flores Mendoza y el recién llegado Pedro de León Mojarro concluyó en la celebración del quinto pleno del consejo estatal electivo que no fue sino hasta el 23 de marzo finalmente validado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación otorgándole la candidatura oficial de la coalición Unidos por Zacatecas conformada por el PAN y el PRD aunque la división al interior del sol azteca ya había marcado profundos estragos.
El 19 de mayo el coordinador de campaña de Rafael Flores Mendoza, Ignacio Fraire Zúñiga, manifestó abiertamente su incorporación a la campaña del candidato de Morena en Zacatecas, bajo el argumento de que el aspirante de la alianza PRD-PAN no tenía ninguna posibilidad de triunfo.
Característica especial de estas campañas fue que pese a la negativa del dirigente nacional de Morena de hacer alianza con otros institutos políticos rumbo a los comicios, la estrategia monrealista ha superado las expectativas con las traiciones de candidatos que anuncian su apoyo a David Monreal sin renunciar a su militancia en otros partidos y mucho menos a sus aspiraciones en puestos de elección.
Luego de que el 30 de abril la ex comisionada del PT en el estado y candidata a una diputación plurinominal en el número uno de la lista, Geovanna Bañuelos de la Torre, anunció su adhesión y la de 11 candidatos a presidencias municipales de ese partido, a la candidatura de David Monreal Ávila, fue el pasado jueves que Alfredo Femat Bañuelos, actual comisionado de Partido del Trabajo así como 61 de 66 candidatos abandonaron a Magdalena Núñez Monreal tras asegurar que no tiene posibilidades de lograr el triunfo el 5 de junio.
De entre tantos tragos amargos, destacó la candidatura del cantante de la Banda Jerez, Marco Antonio Flores Sánchez del Partido Encuentro Social, quien después de su participación en el debate de los candidatos ataviado con una tejana negra y un chaleco antibalas, repuntó en las encuestas gracias a sus declaraciones haciendo referencia a sus orígenes humildes, su secuestro que destrozó a su familia y su comprometida lucha contra la delincuencia organizada en caso de llegar al poder.
Y sin duda la controversia más grande se originó al momento de que los candidatos reportaron bienes millonarios, de acuerdo con la declaración patrimonial que hicieron pública en la plataforma 3 de 3.
David Monreal, candidato por Morena, fue quien reportó una mayor una riqueza patrimonial equivalente a 27 millones 200 mil pesos, los cuales provienen de 13 terrenos con valor de 18 millones 70 mil pesos y 11 vehículos diversos estimados en 2 millones 230 mil pesos.
El candidato del PRI, Alejandro Tello Cristerna, se ubica en la segunda posición en cuanto a bienes personales, al haber reportado una riqueza de 14 millones de pesos e ingresos anuales por un millón 800 mil pesos.
El aspirante de la alianza PRD-PAN, Rafael Flores Mendoza, es el tercero con mayor riqueza de los contendientes a la gubernatura de Zacatecas con un patrimonio de 4 millones 400 mil pesos e ingresos anuales por un millón 688 mil pesos.
Las acusaciones, el hallazgo de despensas que se adjudican al instituto en el poder, espionaje telefónico y hasta demandas en contra de Ricardo Monreal Ávila, el gobernador Miguel Alonso Reyes por supuesto enriquecimiento ilícito así como la inversión de recursos de la delegación Cuauhtémoc en el estado para el proceso electoral han marcado esta campaña con la polarización, división y la denigración de la democracia en Zacatecas.