ZACATECAS.- Luego de que ayer arrestaran a 16 jóvenes por ingerir bebidas alcohólicas, obstruir el paso de la carretera federal y escandalizar en la vía pública afuera del conocido antro-bar “Aula 35” en La Escondida y perteneciente al Grupo Corona, el director del Instituto Tecnológico de Zacatecas, Rito Martín Herrera Flores, informó que desde su llegada al cargo en 2012 y cada semestre ha solicitado por oficio a la presidencia municipal de Zacatecas el cierre del lugar por seguridad, sin que se haya tenido hasta la fecha una respuesta.
El director del ITZ aseguró que ha informado también sobre el peligro que representa el lugar desde su llegada al cargo, el 8 de marzo de 2012, ya que los jóvenes se estacionan en doble fila, obstruyen la carretera y ya han provocado varios accidentes automovilísticos.
Rito Martín Herrera Flores, director de la institución educativa, dio a conocer que actualmente se tiene un control del 98 por ciento de la entrada de vehículos al ITZ para salvaguardar la seguridad de las instalaciones, sobre todo los jueves, que es el día que tiene más afluencia el antro-bar, ya que anteriormente incluso jóvenes estacionaban ahí sus coches.
Asimismo, aseguró que se tiene un control para que los alumnos no entren alcoholizados a tomar clases, esto luego de que se diera el caso de que estudiantes agredían a los profesores en clases por entrar en estado inconveniente.
El director fue enfático en declarar que “no solamente asisten al Aula 35 alumnos del ITZ, sino del Campus UAZ Siglo XXI, del plantel Roberto Cabral del Hoyo del Cobaez, del nivel medio superior, del CETIS”, por lo que la población del ITZ es baja comparada con de la zona metropolitana.
Aunque insistió en que el antro-bar le da “mala imagen” a la institución educativa que dirige, también mostró su preocupación y expresó que es necesario que las autoridades atiendan dicho caso, ya que “podría pasar algo y entonces los padres de familia se vienen contra uno”.
Informó en entrevista que recientemente se entrevistó con el secretario particular de Catarino Martínez Díaz, presidente del concejo del ayuntamiento capitalino para hacerle la misma petición que a sus antecesores: que se cierre el lugar.