El presidente Donald Trump alentó la brutalidad policial en el trato de las autoridades a sospechosos de pertenecer a pandillas, durante un discurso ofrecido hoy en un suburbio de Nueva York, donde homicidios recientes han sido atribuidos a la banda MS-13.
“Cuando ves a estos matones siendo arrojados a la parte trasera de un vehículo policial, simplemente ves que los lanzan a su interior, con rudeza, y yo digo: ‘por favor no sean demasiado buenos’”, afirmó Trump ante policías locales del suburbio de Long Island.
Destacó que algunos policías cuidan que los sospechosos que arrestan no se golpeen y bajan la cabeza de estos cuando los meten a las patrullas, a fin de evitar que se lastimen con el marco de la puerta.
Los policías hacen esto para que los arrestados “no se golpeen la cabeza, aunque (los sospechosos) acaban de matar a alguien (…) Yo digo: ‘pueden arrancarles la mano’”, indicó el mandatario, provocando los aplausos de los agentes presentes.
Trump aseguró que los pandilleros que pertenecen al MS-13 son sádicos que prefieren utilizar cuchillos en vez de pistolas cuando ejecutan personas porque disfrutan con presenciar el dolor de sus víctimas.
“Les gusta apuñalarlos y cortarlos y dejarlos morir lentamente, porque de esa manera es más doloroso y les gusta ver eso mucho más. Estos son animales”, manifestó el presidente.
El jefe de la Casa Blanca indicó que para combatir a grupos como el MS-13, el gobierno de Estados Unidos está cambiando las leyes que, a su juicio, están en contra de las autoridades y a favor de los criminales.
Trump vinculó además la migración indocumentada con el crimen, aunque numerosos estudios con base en cifras oficiales señalan que los migrantes, independientemente de su condición legal, cometen menos delitos que los ciudadanos estadunidenses.
“El fracaso en hacer cumplir nuestras leyes de inmigración” ha llevado a las drogas, las pandillas y la violencia, consideró Trump, quien añadió que esa situación ha provodado que el MS-13 “haya extendido un espantoso derramamiento de sangre en todo Estados Unidos”.
Al respecto, Trump prometió “liberar” a las ciudades estadunidenses de las pandillas. “¿Pueden creer que estoy diciendo eso? Estoy hablando de liberar nuestras ciudades. Es como en las películas”, añadió.
Asimismo, apuntó que las nuevas políticas migratorias han disuadido a migrantes de cruzar a Estados Unidos, lo que ha reducido la migración en 78 por ciento, al tiempo que ha disminuido la migración a México desde América Central.
“De hecho, en la frontera sur de México les hicimos un gran favor, créanme. Tienen muy poco tráfico allí, porque saben que no van a atravesar la frontera hacia Estados Unidos”, sostuvo.
Como parte de su estrategia para combatir las pandillas, Trump propuso al Congreso destinar recursos para contratar a 10 mil funcionarios adicionales de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), que se sumen a los casi seis mil oficiales dedicados actualmente a tareas de remoción de migrantes.
Asimismo, propuso aumentar el número de jueces de migración y de fiscales, y reiteró su promesa para retirar financiamiento a las llamadas ciudades “santuario”, que evitan cooperar con autoridades federales en el tema migratorio.
Mientras ofrecía su discurso, cientos de personas protestaron contra la presencia de Trump debido a que consideraron que sus políticas se centran no en terminar con el crimen, sino en deportar migrantes.
“Para abordar genuinamente los desafíos que enfrentan nuestras comunidades, necesitamos que los funcionarios electos inviertan en nuestra juventud, en lugar de criminalizar, satanizar y usar medidas represivas contra las comunidades migrantes”, señalaron en una declaración 40 grupos civiles locales.
Por su parte, Irma Solis, directora de la Unión Estadunidense para las Libertades Civiles (ACLU) en el condado de Suffolk, en Long Island, resaltó que “el objetivo real de la red de arrastre del presidente Trump no son los delincuentes, sino los inmigrantes”.
“Nuestros funcionarios locales deben renovar su compromiso con nuestra comunidad inmigrante, a quien sirven, en lugar de actuar como un instrumento de la agenda de deportación de Trump”, enfatizó Solis.