Villanueva, Zac.- A través de su participación en el programa Repensar, 99 hombres y mujeres de entre 15 y 17 años que permanecen en el Centro de Internamiento y Atención Integral Juvenil de Zacatecas tienen una nueva oportunidad para hacer un alto, redescubrirse y construir proyectos de vida para el mediano y largo plazo.
Repensar es una adecuación del programa estadounidense Thinking for a Change, que tiene evidencia científica de lograr cambios de conducta en un corto periodo con la aplicación de terapia cognitiva-conductual y artística, explica Armando García Neri, subsecretario de Prevención Social del Delito del Gobierno del Estado.
Los talleres socio emocionales, que están basados en dicha terapia, ayudan a las personas a controlar sus impulsos, mejorar la calidad de sus relaciones interpersonales, fortalecer sus estrategias para afrontar y resolver problemas, además de abandonar conductas nocivas, como el consumo de alcohol y drogas.
En México la Fiscalía General de la República lo ha aplicado en varios estados, aunque en Zacatecas es la primera vez que lo llevan a un centro de internamiento de este tipo. Participan 80 hombres y 19 mujeres quienes asisten a 20 sesiones de reflexión sobre las consecuencias de sus actos.
Héctor es uno de los participantes en dicho programa y cuenta que cuando lo invitaron le atrajo la idea de buscar nuevas maneras de arreglar sus conflictos aunque, al inicio, no le encontraba sentido a las terapias. Conforme avanzaron las sesiones se dio cuenta que realmente encontraba otras maneras de ver las cosas y ahora puede pensar en dos o tres soluciones para un problema, y tomar la mejor opción.
“Para mí el programa Repensar sí es un cambio y sí funciona. De cómo comenzamos a cómo estamos terminando es una dimensión muy grande”, asegura el joven.
En Zacatecas, el Gobierno del Estado se sumó a dicha iniciativa en la que también participa la sociedad civil, a través de la Asociación de Desarrollo Económico Local de Zacatecas. Juan Luis Rivera Ruiz Esparza, su director, explica que quienes conducen los talles no preguntan a los participantes por qué están ahí, sólo promueven la reflexión y se adaptan a las diversas condiciones de cada uno.
Hay chicos que no saben leer o lo hacen a medias y sus contextos son distintos, por tanto la metodología se adecua para realmente generar impacto. La idea es que se auto conozcan, generen cambios graduales y logren el desarrollo de capacidades para la vida, menciona Rivera Ruiz Esparza.
Precisamente con este objetivo incluyen los talleres de arte. Osvaldo Lugo, instructor de grabado, explicó que a través del dibujo buscan sensibilizar a los jóvenes, en el entendido que la mayoría nunca se había acercado al arte y calificó de grata la experiencia porque han mostrado interés.
“Algunos apenas cursan la educación primaria y con ello han desarrollado habilidades motrices, para escribir su nombre. Han cambiado su contexto y su forma de comunicar; muchos estaban más arraigados con su índole delictiva. Hoy sus expresiones gráficas son muy diferentes”, asegura Lugo.