Código político
Gobernadores non gratos
Por Juan Gómez
Como en los viejos tiempos priistas, cuando todos los sectores del partido y los gobernadores cerraban filas en torno al Presidente, para mostrar el respaldo político de “las fuerzas vivas”, los mandatarios y mandatarias estatales morenistas hicieron lo propio en torno al Presidente Andrés Manuel López Obrador para apoyar su política injerencista en Perú.
Durante los últimos días el Presidente López Obrador aumentó la presión en contra de la Presidenta peruana, Dina Boluarte, a quien se niega entregarle la presidencia temporal de la Alianza del Pacífico y amaga con entregarla al presidente chileno, Gabriel Boric.
En respuesta, el congreso peruano declaró al presidente López Obrador persona non grata, lo que exacerbó el enojó del mandatario morenista, quien declaró el viernes 26 de mayo que pausaba las relaciones económicas y comerciales con el gobierno del Perú.
Este episodio injerencista fue motivo fácil para que los gobernadores morenistas publicaran un desplegado de apoyo al Presidente, quien ha echado al bote de la historia a la Doctrina Estrada, que fue el eje de la política diplomática de México durante varias décadas.
Dos días antes, el 24 de mayo, el Presidente López Obrador se había reunido con los 22 gobernadores y gobernadoras morenistas en privado en Palacio de Gobierno. Algunos mandatarios, los menos, declararon que solo habían tratado sobre los avances de los programas sociales, y punto.
En efecto, en la reunión también estuvieron los responsables de los programas sociales en los estados. No hay que ser adivinos para suponer que el tema fue electoral. El político tabasqueño les instruyó sobre la estrategia en el proceso electoral 2024, y claro, la utilización de la estructura y manipulación de los programas sociales en las entidades federativas.
Como en los viejos tiempos del llamado sistema político mexicano, López Obrador controla todo. Es el destapador de las corcholatas y el factótum en el manejo electoral, en la política exterior, sometida a sus caprichos y rabietas, ante el silencio del canciller y el sometimiento de sus gobernadores morenistas a su voluntad y estado de ánimo.
Este sábado, los serviles mandatarios morenistas publicaron lo siguiente en su desplegado:
“Los gobernadores, gobernadoras y la Jefa de Gobierno de la 4T apoyamos al presidente Andrés Manuel López Obrador en la defensa de Pedro Castillo y le decimos a la señora Dina Boluarte y al Congreso de Perú que pueden declararnos también personas non gratas”.
El viejo estilo del rancio priismo.
Los aguerridos gobernadores y gobernadoras se lanzan de la tercera cuerda en el cuadrilátero de la política exterior que ha impuesto, con sorna y ligereza, el Presidente López Obrador, quien no toca ni con el pétalo de la 4T a los impresentables presidentes de Nicaragua y Cuba.
La política exterior mexicana está reducida al capricho y a las ligerezas ideológicas del inquilino de Palacio Nacional.
Al tiempo.
@juangomezac