ÍNDICE POLÍTICO/ Lo que se juega el 2 de junio
FRANCISCO RODRÍGUEZ
La ignorancia de sus políticos es un veneno letal para cualquier país. Es la condición indispensable que posibilita el dominio ideológico de cualquier imbécil, todas las etapas de penetración estratégica, la asunción de cualquier pauta extranjera como norma de perfección, la ambición y el entreguismo de las clases políticas locales, sin escalas.
Lo que ha pasado en México es inaudito. Los cuatroteros intolerantes, misóginos, embaucadores, discriminatorios y represores de los opositores han sido demasiado obsequiosos y ofrecidos con los militares y con los criminales.
A los primeros les han regalado prácticamente todas las áreas de seguridad, construcción y administración pública que corresponden a los civiles.
Mientras que a los segundos los dejan hacer y deshacer, extorsionar, asesinar, secuestrar, masacrar sin consecuencia jurídica alguna, a sus anchas, pues.
En cinco años de este frustrado sexenio sólo han sido ejecutadas caprichosas obras de relumbrón, elefantes blancos que los pagaimpuestos subsidiaremos durante décadas y ni una sola obra de beneficio colectivo, en ningún rubro del desarrollo nacional, lo cual rompe todos los récords posibles de incompetencia y abuso del presupuesto público, el que sólo se ocupa para esquilmar los bolsillos de la gente y favorecer los ingresos de protegidos, familiares y paisanos.
La corrupción familiar del Presidente, en auge.
Andrés Manuel López Obrador ha funcionado al impulso, a la ocurrencia, al estímulo, como cualquier perro de Pavlov en un laboratorio de experimentación.
Pero ha sacado provecho monetario para él y sus cercanos en todo ello.
Y mientras, la desintegración familiar, la miseria y el desempleo, acompañadas por la permanente crisis económica, política, de liderazgo, de identidad, de corrupción legal, jurídica, de partidos políticos, del ejército y de la seguridad colectiva, florecen en un escenario político sin orden, sin diques legales…
… sin instituciones funcionales o dignas, donde priva la ley del más aprovechado, del más fuerte o del mejor armado, del más corrupto o peor, del más impune.
Estamos en manos de la mafiocracia
La “autoridad” no tiene el mínimo prestigio ni la aceptación moral para dirigir, corregir o direccionar, porque ha estado ausente y catatónica. O simplemente, por su complicidad manifiesta y comprobada.
Cuando la actúa, lo hace del lado del crimen organizado, de los intereses reales de poder, de las empresas extranjeras, de los grupos económicos ligados a la 4T, de una casta de privilegiados que no tienen nada qué ver con el pueblo llano, y cuyas utilidades monetarias, de potentados y burócratas, se fugan a los paraísos fiscales, succionando las reservas nacionales.
Han condenado al país al fracaso, lo han arrinconado a las manos de la mafiocracia, ese reino donde las reglas no las impone el Estado, sino las organizaciones criminales y del narcotráfico que acaparan todas las posiciones de poder, en los ámbitos federal, estatal y municipal. No hay límites para la depredación y el crimen paralelo.
Lo que pasa en México no resiste la mínima prueba de una idea sensata de gobierno. La realidad es dominada por poderes extralegales, influencias perniciosas y un desenfreno inaudito en la lucha, no por el ejercicio del poder, sino por la pertinaz instauración de dinastías que continúan repartiéndose un poder patrimonializado, en beneficio de un puñado de familias de buitres ignorantes.
Hoy no podemos avizorar en el horizonte político en el colmo de la impericia, ni un Estado de Derecho, ni de rasgos corporativos, ni autoritario, ni populista, aunque brincos dieran por tener todos juntos. Estamos inmersos en la catatonia institucional, desmantelando todos los días las estructuras de mando…
… despreciando los diseños de proyectos populares, demoliendo la cohesión nacional, atizando la desintegración económica y política de todas las regiones del territorio, pulverizando los renglones productivos que sustentaron en el pasado algunos rasgos de la viabilidad mínima de este país. México es el páramo de la política y el reino de los abyectos.
Hoy México navega sin rumbo
Como si estuviéramos siempre hablando de un lugar común, desgraciadamente nadie se hace responsable de las decisiones escandalosas y deshonestas del llamado gobierno. Menos, existen interlocutores válidos y eficaces para la solución ni de lo urgente, ni de lo necesario, ni de lo importante.
El país, de alguna forma hay que llamarlo, navega sin rumbo entre reyertas intestinas, conflictos políticos menores, escándalos diarios de rapiña gubernamental en todos los niveles de gobierno, obuses mediáticos sobre lo que conviene para la distracción de la opinión pública…
… reparto voraz de botines lucrativos, y un enorme catálogo de despropósitos, producto de un gobierno mediocre que trata de disfrazar su ineficacia e ignorancia con distracciones de baja estofa, de morbo político, mientras a espaldas del pueblo se negocian funestas decisiones que socavan cotidianamente las condiciones generales de subsistencia.
El genocidio económico de los cuatroteros ha condenado a la miseria a más del noventa por ciento de la población mexicana. Ha demolido irreversiblemente la movilidad de algunas franjas intermedias, exasperado a la clase trabajadora e impulsado millonarias avalanchas de migración externa y desplazamiento interno. Ha producido, involuntariamente, un giro a la derecha. Finamente, el burro tocó la flauta.
Objetivo: acabar con la semidictaduraTama
Por ello, lo que está en juego el 2 de junio no es sólo una jornada electoral. Lo que está en juego es la soberanía nacional y el control de los recursos naturales –petróleo, minería, bosques, gas, agua, infraestructura vital–, aumentar los salarios, defender la biodiversidad…
… mejorar las condiciones en escuelas, hospitales, transporte, la viabilidad de las pensiones, los sistemas de financiamiento, las bases y las plantas industriales y los ahorros de los trabajadores. Sostener las protestas por la destrucción de la naturaleza, impedir la mercantilización de la vida y desterrar el pillaje de los cuatroteros, militares y criminales.
Millones de mexicanos pueden ir a las urnas este 2 de junio con el objetivo de honrar a los muertos de esta semidictadura, celebrar la vida y salvar al país. No merecen que un grupillo de bribones insista en cerrar la puerta a la expresión democrática o por apatía y baja participación ciudadana se atrevan a sustraer y burlar la voluntad mayoritaria.
No somos un pueblo manso, a pesar de lo que crean quienes se han servido con la cuchara grande nuestro patrimonio. Integramos una comunidad de hombres y mujeres valientes y merecedores de un mejor destino. De todas las regiones del país urge se tome la decisión que verdaderamente favorezca a las mayorías.
Hoy, que se cuenta con una experiencia organizativa y de resistencia que antes nunca se conoció.
¿No cree usted?