Una gran cantidad de personas se dieron cita esta mañana en la popular estatua de El Caballito de la calle González Ortega, de donde partió la marcha de la “marea rosa” para mosrtrar su preocupación por la democracia y en repudio a las acciones autoritarias del actual gobierno morenista.
El contingente partió con consignas en contra del gobierno y con pancartas que decían “Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia ya viven con el Plan C ¿Quieres eso para tus hijos”, pero también portaban mantas en apoyo a la candidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México, Xochitl Gálvez.
La marcha fue numerosa y en ella participaron trabajadores del Poder Judicial, mineros de Fresnillo, así como trabajadores agrícolas y ciudadanos en general, quienes con sus propios recursos llegaron al Centro Histórico para participar pacíficamente en la concentración, en donde entonaron al unísono el Himno Nacional.
El contigente hizo el alto en esta ocasión en la Plaza de Armas, en donde uno de los oradores fue José Guadalupe Méndez de Lira, quien a nombre de los participantes dijo que “alzamos la voz ciudadana para que se ponga en alerta, como nunca se había puesto en peligro el Estado de derecho y la democracia en nuestra nación. Hoy salimos a defender la democracia, a defender la división de poderes y sobre todo el estado real de las conciencias”.
También hizo un llamado a todos los que reciben los programas sociales “pero oye muy bien hermano y hermana, que bueno que recibes el programa social, pero que no se te olvide que es dinero del pueblo, es dinero de nosotros, no es del presidente. Eso es lo que debes entender”.
“Este dos de junio haz una evaluación y haz conciencia de lo que está pasando en México”, señaló al hacer un recuento de los más de 800 mil muertos durante la pandemia del Covid 19; en el tema de medicinas en 2023 más de 7 millones y medio de medicinas sin surtir, en el 2022 hubo más de 15 millones”.
En este país primero es la vida, primero es la dignidad de nuestros hermanos y después te vienes a embelezar con programas sociales. La libertad y dignidad no la compras con un programa social, concluyó.