Por Juan Gómez
El PRD corrió la misma suerte electoral de otros partidos que, al no obtener el 3 por ciento de la captación votante, perdieron su registro y se fueron literalmente al “basurero de la historia”, luego de haber sido la segunda fuerza política del país y haber gobernado varias entidades, entre ellas, el entonces Distrito Federal en 1997 con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
Las causas, por supuesto, son diversas y pueden alcanzar a cualquier organización o partido político, cuando las ambiciones del poder y la zona de confort, malogran la representación ciudadana y dejan de ser instrumentos de la sociedad.
El PRD fue nido de cacicazgos políticos, de enfrentamientos intestinos que degeneró en la formación de tribus radicales, de ambiciones desbordadas y de alianzas con sus otrora acérrimos enemigos políticos como el PRI y el PAN, con quien tuvo que hacer alianzas para aferrarse al registro electoral y a la ubre presupuestal.
Hoy se paga la factura de las malas decisiones de sus líderes y de la división de un partido que contribuyó a abrir los canales de la democracia en México.
En octubre de 2021, el Consejo General del INE, aprobó la unanimidad la declaratoria de pérdida del registro de los partidos Fuerza por México, Encuentro Solidario y Redes Sociales Progresistas.
En el pasado proceso electoral del 2 de junio del 2024, el Instituto Nacional Electoral dio a conocer que, luego del recuento de los votos emitidos, el Partido de la Revolución Democrática, no había logrado el 3 por ciento de la captación electoral y que por tanto, perdería su registro como partido político nacional.
Los primeros que tomaron sus enseres personales para abandonar el edificio perredista en la colonia Polanco, fueron los trabajadores, quienes fueron liquidados por la administración del partido.
Ante la pérdida del registro, el INE le notificó al PRD la fase de prevención que se iniciaba y después, le designó un interventor que se ocupará de todo el manejo financiero del presupuesto y cuentas bancarias del partido.
¿Cuál será la suerte del PRD en los estados?
Ante la pérdida del registro nacional, distintos comités estatales del Sol Azteca que mantienen su registro, deberán iniciar sus procesos de transformación, entre los que destaca, por ejemplo, el cambio de nombre.
En Zacatecas el PRD se encuentra sin líder, su dirigente, Raymundo Carrillo, presentó su renuncia voluntaria por conflictos internos con miembros de la corriente de “Los Chuchos” que dominan al comité estatal.
El PRD gobernó durante dos sexenios en Zacatecas con Ricardo Monreal (1998-2004) y Amalia García (2004-2010), y ahora tendrá que definir si permanece o no con sus siglas o si renueva su dirigencia o culmina su extinción en el estado.
Cabe recordar que el 6 de julio de 1988 el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas no pudo alzarse con la victoria electoral por la presidencia, debido a “la caída del sistema” que protagonizó el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz (hoy, uno de los más cercanos colaboradores de López Obrador), lo que estimuló la conjunción de diversas organizaciones políticas y partidos de izquierda, para iniciar la formación del Frente Democrático Nacional (una fusión de distintas organizaciones de izquierda), la antesala del Partido de la Revolución Democrática.
En este contexto nació el 4 de mayo de 1989 el PRD, con muchos ideales y con una gran vitalidad en amplios sectores de la sociedad mexicana, especialmente en las áreas progresistas marginales, estudiantiles, suburbanas, clases medias y campesinas.
En 35 años de historia el PRD logró conquistar, por primera vez, el gobierno de la Ciudad de México en 1997 con Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, así como 21 gubernaturas en los estados de Zacatecas, Tlaxcala, Michoacán, Baja California Sur, Guerrero, Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
El PRD inició su extinción con las pugnas por el poder y el control del partido, cuando Andrés Manuel López Obrador decide salir de sus filas; por el control de la corriente Nueva Izquierda, popularmente conocida como “Los Chuchos”.
La orfandad de liderazgos lo empujó a hacer alianzas con el PRI, PAN y a firmar pactos con el gobierno, lo que aceleró su defunción electoral.
Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar, dice el refrán popular.
¿Quién sigue?
Al tiempo.
@juangomezac