Por Juan Gómez
Es difícil creer las versiones que se publican en distintos medios de comunicación sobre la captura de “El Mayo” Zambada, aunque lo de fondo, es que se encuentra en una cárcel del estado de Texas en los Estados Unidos, donde será enjuiciado.
Llama la atención la última versión que dio su abogado, Frank A. Pérez, al diario Los Ángeles Times, al que declara que “Joaquín Guzmán López secuestró a mi cliente por la fuerza”.
“Fue emboscado, arrojado al suelo y esposado por seis hombres con uniformes militares y Joaquín. Le ataron las piernas y le colocaron una bolsa negra en la cabeza. Luego lo arrojaron a la parte trasera de una camioneta y lo llevaron a una pista de aterrizaje. Allí lo obligaron a subirse a un avión, Joaquín le ató las piernas al asiento y lo trajeron a Estados Unidos contra su voluntad”.
Es la narración de la captura que hace el abogado y que publica este día la revista Proceso en su versión digital.
Lo increíble es que no hubo un solo tiro, que la escolta del “Mayo” no haya desenfundado sus armas y que no hayan defendido a su jefe, al que nunca nadie le había puesto una mano encima, a la leyenda que por más de 50 años nunca había sido detenido y menos aún, pisado una cárcel.
El abogado argumenta que su cliente fue engañado por Guzmán López, quien lo invitó a una reunión.
¿Es creíble que el hombre poderoso del narcotráfico en México y en Estados Unidos y en América Latina, llegue con “un equipo de seguridad relativamente ligero” a una reunión con un “enemigo”? ¿Qué vaya a una gira de supervisión de aeropistas y que sea engañado como a un niño cuando le quitan un dulce?
¡Por favor!
Las versiones que se leen en distintos medios de comunicación en México obedecen a una serie de especulaciones, basadas en supuestos, en escenarios extraoficiales, en pedazos de información que se mueven en la prensa, porque los vacíos informativos deben llenarse con algunos retazos sueltos, pero se quedan en la superficialidad.
El fondo es que el gobierno de Estados Unidos no ha dado una versión oficial sobre la captura y seguramente no lo hará. No está obligado a hacerlo. El capo de capos está en su territorio bajo sus leyes, encerrado en una cárcel, y punto.
De este lado, el presidente López Obrador dice que no sabían nada y la Secretaria de Seguridad Pública y próxima Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, hace una relatoría de hechos en los que no fueron tomados en cuenta, en los que no fueron informados, en los que fueron ninguneados, sobajados como autoridad y como representantes del gobierno de un país vecino, “amigo”, etc.
Y ni siquiera amagan con formalizar a través de una petición oficial, solicitar, pedir, rogar, una información al gobierno norteamericano.
En este contexto la Secretaría de Relaciones Exteriores guarda silencio. Aquí no ha pasado nada. Si no nos informaron, nos quedamos calladitos. Punto.
Nadie le pide un informe al responsable de la torre de control del aeropuerto de Hermosillo, Sonora, sobre la autorización del vuelo que condujo a la presa a Texas.
Silencio.
Que nadie moleste, por favor, a la Secretario de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, al director de Aeronáutica Civil, al Secretario de Defensa, al de Marina, que están resguardando la seguridad y operación de los aeropuertos en el país.
Déjenlos en paz, a lo mejor están de vacaciones de Verano. No los molesten.
Les doy un dato:
El pasado 4 de abril el presidente Andrés Manuel López Obrador, se reunió de manera privada en Palacio Nacional con funcionarios de alto nivel de Estados Unidos. Estuvieron presentes, el embajador, Ken Salazar, la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood Randal y el coordinador de Infraestructura Global y Seguridad Energética, Amos Hochstein.
¿Qué se trato en la reunión privada que coordinó la canciller, Alicia Bárcena?
Solo los participantes lo saben.
Lo cierto es que la captura de “El Mayo” beneficia al gobierno de Joe Biden y golpea fuerte al gobierno de López Obrador. La información le puntos a favor a la candidata demócrata, Kamala Harris y le resta a Donald Trump.
¿Dónde queda la DEA en este operativo?
¿Fue una captura “acordada”?
Es pregunta.
Al tiempo.
@juangomezac