En el Partido Acción Nacional (PAN) hemos criticado severamente el desafortunado manejo que la mal llamada Cuarta Transformación tiene en materia de política exterior, relaciones internacionales y diplomacia.
Los desaciertos del sexenio de Andrés Manuel López Obrador y que sigue al pie de la letra la Presidenta Claudia Sheinbaum, en sus escasos tres meses de gobierno, son evidentes.
Ambos tienen posturas ideológicas personalísimas y sus declaraciones y apatía como líderes del gobierno debilitaron las relaciones internacionales y enfrentaron a México con varios países.
Dura crítica recibió la exigencia a España de pedir perdón a México por la conquista; lo mismo sucedió por conceder asilo político a los presidentes destituidos de Perú, Pedro Castillo, y Bolivia, Evo Morales.
El asalto de Ecuador a la Embajada Mexicana en Quito, aunque reprobable tiene causas, fue porque se dio refugio al ex vicepresidente Jorge Glas, sentenciado por casos de corrupción.
El apoyo del sexenio morenista a las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua también generó conflictos internacionales. Incluso, López Obrador no asistió a la Cumbre de las Américas, organizada en el 2022 por Estados Unidos, bajo el pretexto de que no se invitó a los dictadores y violadores de derechos humanos de esas naciones.
En el 2023 generó polémica la participación de soldados de las dictaduras de Rusia y Nicaragua en el desfile militar conmemorativo de la Independencia de México.
En los desaciertos está el Plan C. Este viola acuerdos internacionales por las reformas constitucionales que, entre otras situaciones, permite el monopolio eléctrico, debilita al Poder Judicial y extingue organismos autónomos garantes de la democracia, regulación comercial y medición de la pobreza.
Especialmente quebranta disposiciones del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), que en menos de un mes cumplirá 31 años de operación en beneficio de México, Estados Unidos y Canadá.
A las dificultades ahora se suma las amenazas del Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a importaciones mexicanas, a partir del 25 de enero en que tome posesión.
Presiona a México para resolver la migración indocumentada y producción de fentanilo. Por el tráfico de drogas, incluso políticos del vecino país sugieren una “invasión suave” para combatir a los grupos delincuenciales.
En el PAN no coincidimos con el proyecto de nación de quien ahora gobierna; sin embargo, nuestra convicción es la soberanía nacional y la no intervención.
Como en otros momentos difíciles de la historia, hoy en el PAN cerramos filas y estamos dispuestos a luchar al lado del gobierno por defender a la Patria. En eso, sí coincidimos.
Noemí Luna Ayala
Diputada Federal