Médicos veterinarios de pequeñas especies en Zacatecas se unieron a la Marcha Nacional por la Dignificación de la Medicina Veterinaria y Zootecnista convocado para exigir justicia por el homicidio del médico veterinario, Héctor Hernández Cañas, quien fue apuñalado luego de que muriera una perrita que atendió.
Los médicos veterinarios se reunieron en la explanada del congreso del estado, donde informaron que el gremio en general sufre de constantes amenazas e incluso ataques por los cuales han tenido que presentar denuncias ante la Fiscalía General Justicia del Estado (FGJEZ)
Relataron que en el caso de Zacatecas existe al menos un caso registrado, en el cual un médico sufrió daños a su patrimonio e incluso ataques físicos, por parte de dueños que no asumieron su responsabilidad por la salud de su mascota.
La médica veterinaria Mariana Rada, informó que son al menos una veintena de médicos zootecnistas en el estado los que han vivido un hecho de violencia por parte de dueños de mascotas que esperan que los veterinarios “hagan milagros”; sin embargo, no todos presentan denuncias por la falta de evidencias que pueden existir en los casos.
Víctor Manuel Castro, otro de los veterinarios participantes en la manifestación expresó que es necesario que este movimiento haga conciencia de que es necesario reformar la Ley de Protección Animal para garantizar la seguridad de los médicos veterinarios que atienden mascotas de compañía.
Los veterinarios destacaron que muchos de los casos que atienden en el consultorio son de mascotas que no han sido atendidas a tiempo, donde los dueños automedican al paciente o donde incluso los dejan días padeciendo de alguna enfermedad grave.
Por esa razón invitaron también a los dueños de mascotas a ser más responsables con el cuidado de sus animales de compañía para evitar casos que no se puedan resolver.
Cabe señalar que el médico veterinario Héctor Hernández Cañas fue asesinado el pasado 11 de febrero, después de dar atención a una perrita de la raza Yorkshire, pero trascendió que el médico había sido víctima de amenazas y extorsiones por sus presuntos asesinos, de acuerdo a las cámaras de seguridad instaladas en el consultorio donde trabajaba en el municipio de Tultepec, Estado de México.