Autora: Solanye Caignet Lima
CA-UAZ-172 Teoría, historia e interpretación del arte
Todos queremos acceder a la verdad. Nietzsche lo hacía desde la literatura. Esta comprensión del mundo a través de las letras es un viaje sin final. Para Nietszche el orden y el caos eran parte de una sola fórmula.
Un cuento, por nombrar una de las formas más breves, puede componerse de varios acontecimientos narrativos: Historia y discurso. Para aquellos que prefieran un cuento de tipo cronológico, elegirán la Historia. Para esos otros que prefieren la forma en la que es contado, ponderando signos lingüísticos, aunque sea de modo desordenado, escogerán el Discurso.
Gerard Gannette, crítico literario francés de principios del siglo XX fue un digno representante del análisis y las formas literarias. La famosa tríada de Gannette nombra tres elementos interesantes: Relato, historia y narración.
Esta tríada corresponde a una estructura básica para disfrutar la literatura. Es así que muchos cuentos famosos tienen una forma basada en: planteamiento, nudo y desenlace.
¿Pero qué pasa cuando hay caos? En un mundo globalizado sistémico y decadente, los escritores, esos artistas de la pluma, exploran también la llamada: Anacronía. Gannette, consciente de ello, definió este concepto como: la discordancia entre el tiempo contado y el tiempo del relato. Todo recae en un juego, un desplazamiento, un big-bang literario.
Estas acciones narrativas fascinan a los escritores no pudorosos. Hoy en día se invoca a un In media res (cuando el escritor narra desde el desarrollo y no desde el principio), a un Contrapunto (varias historias que se entrecruzan en la narración) y hasta a un enfoque circular (el cuento inicia y se acaba de la misma manera). Cerrando justo con este último enfoque, volteamos al eterno retorno nietzscheano, también presente en la literatura y quecorresponde a una mixtura universal que nos trastorna y nos circunda.