El rescate ocurrió motivado de una solicitud del Instituto Nacional de Migración (INM) que hace un par de meses envió a la Secretaría de Seguridad Pública, para coadyuvar en medida de sus competencias y luego de que el personal de la PEP destacamentado en la Unirse, realizó una revisión a un autobús de turismo que provenía de San Cristobal de las Casas, Chiapas y tenía como destino Mexicali, Baja California; argumentaban que eran mexicanos con documentos que fueron puestos a disposición para que el perito en la materia verificara su autenticidad y señalaron que se dirigían a esa ciudad para trabajar en la pisca de algodón.
Durante la revisión que llevó a cabo personal de la PEP detectó que en la unidad viajaban exceso de personas con sobre cupo y posteriormente se determinó que sumaban en total 109 personas, entre mexicanos y provenientes de varios países de Centroamérica, estos últimos sumaron en total 106 personas, hombres, mujeres y niños que viajaban en condiciones inhumanas ante el hacinamiento y falta de protocolos de seguridad e incluso de salubridad ante la contingencia por el COVID -19, tratándose de siete mujeres, dos de ellas que viajaban con un bebe; 21 menores de edad y 76 hombres adultos.
Las autoridades advirtieron contrariedades en la versión de las tres personas que dijeron ser responsables del autobús y a efecto de que se determinara su situación jurídica de responsabilidad y de víctimas de alguna conducta ilícita, se pusieron a disposición de la Fiscalía General de la República, Delegación Zacatecas, para que se iniciara la indagatoria correspondiente ante esos hechos y la utilización de documentos presumiblemente apócrifos.
Los tres hombres, quienes con pleno respeto de sus derechos humanos, fueron puestos a disposición en esa calidad.