Los equipos de rescate se concentraban en encontrar a sobrevivientes entre los escombros de los miles de edificios que cayeron a causa de un sismo de magnitud 7.8 grados y de las múltiples réplicas el este de Turquía y Siria, con el hallazgo de más cadáveres que elevaron la cifra total de muertos a más de cinco mil.
Países de todo el mundo enviaron equipos para ayudar en las tareas de rescate y la agencia de gestión de desastres de Turquía afirmó que sobre el terreno había ya más de 24 mil 400 efectivos de emergencias.
Los intentos de dar con más sobrevivientes se veían obstaculizados tanto por las temperaturas y las más de 200 réplicas, que sumaron peligrosidad a la búsqueda entre las inestables estructuras.
El sismo, cuyo epicentro estuvo en la provincia suroriental turca de Kahramanmaras, hizo que residentes en Damasco, en Siria, y Beirut, en Líbano, salieran corriendo a la calle y se sintió hasta en El Cairo, Egipto.