· Necesaria la autonomía e independencia
· Debe ser contrapeso de los poderes
· Errores y fallas, a tiempo de corregir
Por Juan Gómez
El poder legislativo en Zacatecas se encuentra en estos momentos en una situación crítica desde el punto de vista de las atribuciones que le competen que son básicamente dos: analizar, discutir y en su caso aprobar leyes, y vigilar el buen uso de la cuenta pública; pero su esencia republicana es constituirse en un contrapeso del Poder Ejecutivo.
La actual legislatura que inició su período el 8 de septiembre pasado no debe perder de vista que el cuidado de su esencia republicana debe preservarse escrupulosamente, so pena de perder la importancia que tiene frente a los otros dos poderes del estado.
La actuación de la 61 legislatura en el presente período de sesiones ha dejado mucho qué desear en cuanto a su conducción, pues estimulados por la inercia de pasadas legislaturas, se observa una ausencia de trabajo en una agenda legislativa que adopte los temas que son prioritarios en el escenario que hoy vive Zacatecas.
En primer lugar hace falta un liderazgo que aglutine y oriente a la actual legislatura, un líder parlamentario que por su experiencia y madurez política, conduzca con mano segura los primeros escarceos que se han observado en los últimos días, como es el caso de la efervescencia social que afloró en las últimas semanas.
Lejos de dar cauce a las inconformidades sociales en el tema de la reforma educativa la 61 legislatura decidió a través de su órgano de gobierno, la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política (CRICP), cancelar la comparecencia del Secretario de Educación Marco Vinicio Flores Chávez, bajo el argumento de evitar un mayor conflicto en el congreso estatal durante su participación en la Glosa del Tercer Informe de gobierno.
Los legisladores zacatecanos demostraron temor e inseguridad ante la problemática que se vive en el estado, pero sobre todo falta de sensibilidad para dar cauce a las inconformidades ciudadanas, independientemente de las fuerzas ideológicas que las impulsen.
El cambio de agenda legislativa concertada con anticipación mostró también la carencia de planeación, porque la participación de Marco Vinicio Flores Chávez y de Raúl Estrada Day, secretarios de Educación y Salud respectivamente, ya no tuvieron cabida en las comparecencias en el salón de plenos, en tanto que se improvisará agendar una comparecencia ante las comisiones respectivas, lo cual despoja el carácter de análisis de la Glosa.
El viernes pasado se vivió otro episodio que evidenció la ausencia de propuestas y debate para designar a los magistrados del Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas (TJEEZ), toda vez que la CRICP propuso su ratificación para un periodo más.
En su intervención en asuntos generales el diputado perredista Iván de Santiago denunció en tribuna que se convocó a los legisladores a sesión mediante el envío de mensaje de texto en sus teléfonos móviles, lo cual no solo es una informalidad sino una estratagema para inhibir el quórum legal que por cierto, en la sesión mencionada fue el mínimo legal.
El tiempo límite que se tiene para su aprobación es el 31 del mes en curso y también en el presente mes, el congreso local deberá designar a los nuevos consejeros del Instituto Estatal Electoral (IEEZ).
Otro de los temas candentes que ha sido diferido por la 61 legislatura es el de la investigación que se debe realizar en contra de los integrantes de la 60 legislatura, quienes de acuerdo a una grabación en redes sociales, habrían sido cooptados por funcionarios públicos para la aprobación del presupuesto de Egresos 2013.
En este caso se debió haber hecho un pronunciamiento conjunto de la CRICP para dar la instrucción al órgano de fiscalización del congreso, la Auditoría Superior del Estado (ASE), para que iniciara de inmediato una investigación pública y diera a conocer el resultado de dicha auscultación interna, pero nada de eso sucedió y al contrario, el Poder Legislativo le ha apostado al “olvido” al tema para “enterrarlo” mediáticamente.
Pero eso no es todo, tampoco han informado con precisión sobre el cobro adelantado de las herramientas legislativas que hicieron los integrantes de la 60 legislatura, puesto que el informe que se entregó en la entrega recepción, nada tiene que ver con la realidad a la que se enfrentan los actuales legisladores, quienes se quejan pero no actúan en contra de sus pares que les antecedieron.
En este contexto nos encontramos con un Poder Legislativo que renuncia a ejercer las atribuciones que le confiere la Constitución Política del Estado de Zacatecas y sobre todo, a restituirle su autonomía política en el equilibrio de los poderes públicos.
Lejos de una actuación abierta y transparente se observan acuerdos unilaterales entre algunos diputados, quienes han procurado alejar a los reporteros de la fuente parlamentaria, no solo para ocultar las negociaciones políticas entre las fracciones legislativas, sino para evitar que los periodistas hagan su trabajo con libertad y ahonden en la indagación periodística.
La CRICP decidió expulsar a los reporteros de la fuente informativa del trabajo de cobertura que realizaban en el salón de plenos, al que tradicionalmente llegaban para tomar nota del quehacer parlamentario, grabar video y tomar fotografías, pero en la presente 61 legislatura esa libertad se ha recluido en una sala de prensa externa, en la que no existen condiciones para realizar el trabajo.
Además los responsables de seguridad en el acceso al salón de plenos monitorean a reporteros e informan a sus superiores de la actividad que desempeñan, puesto que se les ha sorprendido reportando cada uno de los pasos que dan ciertos periodistas.
¿Con qué objetivo se vigila a reporteros? No se sabe, pero cuando un reportero habla con alguno de los legisladores, ese simple hecho es reportado a través de los radiocomunicadores que portan.
La 61 legislatura apenas inicia y lo hace en un escenario conflictivo, pero está a tiempo de rectificar las fallas y errores que han cometido al inicio de los trabajos parlamentarios, puesto que los ciudadanos quieren tener un Poder Legislativo autónomo, independiente, que en realidad represente a los zacatecanos y que ejerza a cabalidad sus funciones republicanas, no la sumisión ni la complicidad con el poder en turno, sino la dignidad política que tanta falta hace en el estado.
Al tiempo.