Bernardo Hernández/PórticoOnLine
El diputado perredista, Juan Carlos Regis, tiene la mira puesta en una obra de 280.9 millones de pesos que no ha dado los resultados esperados.
Inaugurada en septiembre del año pasado, la Planta Tratadora Osiris, ubicada en el municipio de Guadalupe, Zacatecas, se apagó el 23 de diciembre aunque la versión oficial es que sigue reciclando el agua, esto para mantener el apoyo federal.
El legislador hizo una relación de causas, a cuál más grave, de los sinsentidos que manejan las autoridades responsables del correcto funcionamiento de la planta, buena parte de esos sinsentidos fueron proporcionados por Ernesto Fernández López, jefe de saneamiento de la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas.
Según las autoridades, Osiris dejó de funcionar porque los 200 habitantes de la colonia del mismo nombre afectan el suministro de electricidad de los equipos de tratamiento, de manera que no le llega suficiente energía.
Además, el proyecto no contempló conexiones con el Arroyo de la Plata de la comunidad de Sauceda de la Borda lo que implica una drástica reducción en el volumen de líquido programado para entrar en la planta. Fue diseñada para recibir 600 litros por segundo, en lugar de eso, ingresa apenas el 20%, 120 litros por segundo.
Tampoco se construyó una línea de excedencias para prevenir que las lluvias afecten el proceso de reciclaje.
Estas son sólo algunas de las irregularidades expuestas por el diputado, quien también criticó a las autoridades de la JIAPAZ por recibir la obra en condiciones que la tienen operando a un 20% de su capacidad, eso cuando funciona.
Otro punto negro en el breve, pero oscuro, historial de Osiris es que no existe un proyecto para darle algún uso al líquido tratado, pero sí constancia del alto costo que implicaría regresar el agua tratada a la zona conurbada. En lugar de utilizarlo, el líquido es arrojado de nuevo al arroyo de aguas negras del que salió.
Según el diputado, en los 107 días que duró en operación, la planta limpió 5 millones 546 mil 880 metros cúbicos de agua que fue devuelta al arroyo, un desperdicio en términos de costo beneficio de 6 millones 100 mil pesos.
Para Juan Carlos Regis los vicios en la construcción, los errores en el diseño de la planta y la inutilidad de la obra tienen varios responsables: la empresa constructora (la obra fue asignada al empresario Juan Antonio Rosales Torres), y las autoridades responsables de aprobar el proyecto y vigilar su correcta ejecución (la extinta Comisión Estatal de Agua Potable y Alcantarillado, en ese tiempo a cargo del hoy coordinador de la bancada del PRI en el Congreso local, Rafael Gutiérrez Martínez).
En un par de ocasiones, el gobernador Miguel Alonso se refirió a la Planta Osiris como la obra de saneamiento de agua más importante de su sexenio.