“Este caso pone a EEUU en una situación de violación del derecho internacional porque no se concedió al señor Hernández acceso a los servicios consulares, de acuerdo con el artículo 36 de la Convención de Viena sobre relaciones consulares”, declaró el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El portavoz Rupert Colville dijo a Efe que un extranjero procesado debe acceder a su representación consular para que se garantice el respeto de sus derechos.
Agregó que la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, escribió a las autoridades de Texas para que detuvieran la ejecución, pero su petición no fue atendida.
Colville señaló que “la violación del derecho a la notificación afecta al debido proceso y la ejecución de un ciudadano extranjero privado de sus derechos consulares constituye una privación arbitraria de la vida”, actuación que infringe el citado convenio que EEUU ratificó en 1992.
Precisó que aunque la decisión de ejecutar a Hernández Llanas fue del estado de Texas, éste arrastra la responsabilidad de EEUU a nivel internacional.
Preguntado sobre las consecuencias que puede tener esta violación de EEUU del derecho internacional, Colville dijo: “no hay un policía que va a tocar a la puerta, pero indudablemente es negativo para la reputación de un país”.
Agregó que también está abierta la posibilidad de llevar este caso ante instancias judiciales internacionales.
Las autoridades consulares ofrecen a sus nacionales acusados de algún delito el servicio de traducción, vigilan que su caso cumpla con todos los requerimientos legales y, de manera general, intentan garantizar que el proceso sea justo.
En EEUU se han ejecutado 16 penas de muerte en lo que va de año y Hernández Llanas fue el sexto ejecutado en Texas en ese mismo periodo.