La decisión de Rectoría de cesar a nueve académicos profesionales a petición del Sindicato de Trabajadores de la UAZ ha violentado, aseguran docentes de la institución, uno de los acuerdos que tenía Armando Silva Cháirez con el sindicato del personal académico.
Por Bernardo Hernández para Pórtico Online
Dicho acuerdo consistía en que no iba a tocarse ninguna plaza de académicos sin una propuesta previa de reestructuración de puestos de trabajo autorizada por el Consejo Universitario.
El pasado 21 de marzo, la burocracia de la UAZ presentó un plan para salvar a la UAZ en el que rectoría se comprometió a negociar con funcionarios de Hacienda y del gobierno estatal para que el personal académico, incluido el que realiza funciones operativas y de confianza, fuera reconocido por las autoridades federales. El plan contemplaba además solicitar el reconocimiento de la plantilla del personal administrativo y del modelo de prestaciones del personal universitario.
Profesores universitarios critican al secretario general del SPAUAZ porque nada más enterarse del cese “debió llamar a la Coordinadora de Delegados para discutir el asunto”.
La reacción de Antonio Guzmán fue, lamentan, un silencio rotundo, ya que ni siquiera emitió un comunicado público censurando la acción que no habla de despido, aunque en la práctica sus efectos sean los mismos.
La última publicación oficial del SPAUAZ es una invitación a los docentes de la universidad para que asistan el jueves 8 de mayo al mediodía al gimnasio de básquetbol en las instalaciones del Campus UAZ Siglo XXI a presenciar el debate entre candidatos a Secretario General del gremio.
Un segundo debate se realizará el 12 de mayo en el auditorio Magdaleno Varela Luján de la Unidad Académica de Derecho a las seis de la tarde.
La votación de la que saldrá el sucesor de Guzmán Fernández está programada para el 14 de mayo y, al parecer, ocupa, por el momento, toda la atención de esta organización.
En semanas pasadas circuló un supuesto oficio enviado por Armando Silva al SPAUAZ donde se advertía que serían revisadas plazas de técnicos académicos y académicos profesionales en una mesa conformada por la Rectoría y los dos sindicatos de la institución.
En otra parte de dicho documento se advertía que la revisión se haría con o sin la presencia de la representación del personal académico.
La disputa por las plazas en la universidad ha mostrado que la estrategia del rector consiste en no cumplirle del todo a los sindicatos los compromisos contraídos luego del emplazamiento a huelga del STUAZ y de la huelga de dos semanas del SPAUAZ.
Antes del cese de los nueve trabajadores, el sindicato del personal académico reclamó a Silva Cháirez que incumplió con el compromiso de reunirse con los delegados del sindicato para informar sobre los avances en la gestión de recursos que permitan a la casa de estudios salir de sus problemas financieros.