Las inundaciones registradas durante los últimos días en el noreste de Argentina dejaron un saldo de 50 mil damnificados, aunque la cifra puede aumentar si continúa la crecida de ríos, revelaron hoy las autoridades.
El pasado lunes, debido a las lluvias, comenzó a crecer el Río Iguazú que desemboca en las famosas Cataratas de Iguazú que comparten Argentina y Brasil, pero cuyo acceso tuvo que cerrarse ante el inmenso caudal de aguas que incluso las taparon.
La principal provincia afectada es Misiones, en donde el gobierno cerró caminos y trasladó a los pobladores de varias localidades que estaban en riesgo, en tanto que algunas más permanecen aisladas.
Sin embargo, en los próximos días se espera que se llegue al pico de la creciente, por lo que continuará la evacuación de otras zonas, ya que el río Paraná también mantiene niveles muy altos y sólo en tres puertos ha bajado el agua.
Ante la situación de emergencia, el gobierno puso a disposición del Ministerio de Salud un helicóptero para que los pacientes fueran derivados a un hospital en Posadas, capital de Misiones.
El problema es que el Servicio Meteorológico Nacional ya pronosticó que las lluvias continuarán en la región, aunque ahora la alerta se emitió para la provincia de Santa Fe que atraviesa el Río Paraná.