La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibió hoy con honores de Estado a su homóloga chilena, Michelle Bachelet, con quien tendrá una reunión de trabajo en Brasilia y luego asistirá a la apertura del Mundial de fútbol, en Sao Paulo.
Rousseff esperó a Bachelet en lo alto de la rampa que conduce al primer piso del Palacio presidencial de Planalto, donde escucharon los himnos de ambos países, interpretados por una banda militar, antes de dirigirse al despacho de la jefa de Estado brasileña.
En el marco de este encuentro, que deberá durar alrededor de una hora, serán firmados un acuerdo de intercambio de información en materia de derechos humanos y otro de cooperación entre la industria privada de ambos países.
Tanto Rousseff como Bachelet, además de ser amigas personales, fueron perseguidas por las últimas dictaduras que gobernaron tanto en Brasil como en Chile.
En Brasil gobernaron regímenes militares entre 1964 y 1985, mientras que Chile vivió bajo la dictadura del general Augusto Pinochet de 1973 a 1990.
Tras la reunión en Brasilia, Rousseff y Bachelet partirán hacia Sao Paulo, donde asistirán al partido inaugural del Mundial de fútbol, que hoy disputarán las selecciones de Brasil y Croacia.
En Sao Paulo, antes del partido, Rousseff ofrecerá un almuerzo a un grupo de mandatarios y autoridades invitadas para la inauguración de la gran cita del fútbol.
Tanto a ese almuerzo como al partido inaugural asistirán, además de Rousseff y Bachelet, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Paraguay, Horacio Cartes; Uruguay, José Mujica, y Surinam, Desi Bouterse.
Asimismo, estarán presentes los presidentes de Angola, José Eduardo Dos Santos, y Gabón, Alí Bongo; el vicepresidente de Ghana, Kwesi Bekoe Amissah-Arthur; el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani, y primer ministro de Croacia, Zoran Milanovic.