El canciller chileno celebró la orden de liberar en México a uno de sus ciudadanos, que había sido detenido junto a otras 10 personas durante disturbios tras una manifestación de protesta en la capital mexicana por la desaparición de 43 estudiantes, quien fue exonerado de todos los cargos.
“Esta es una muy buena noticia para su familia, para Laurence (Maxwell), para sus amigos, y por supuesto para el gobierno de Chile”, señaló el canciller Heraldo Muñoz desde Valparaíso.
La cancillería chilena saludó la decisión judicial por el caso del estudiante de 47 años Laurence Maxwell, por quien se habían llevado a cabo gestiones diplomáticas reservadas para su liberación.
“La presidenta de la República (Michelle Bachelet) me ha encargado de comunicarle a la familia, particularmente a su madre, nuestra complacencia, porque sabemos que la preocupación (…) ha sido intensa en los últimos días y nos alegramos mucho de este desenlace”, agregó el canciller.
El padre y un hermano del detenido se encuentran en México, donde esperan reunirse en las próximas horas con Maxwell, quien en su juventud participó de movimientos chilenos de resistencia contra la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Maxwell, quien cursa un doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México, era acusado por la fiscalía mexicana junto a otros diez detenidos de homicidio en grado de tentativa, asociación para delinquir y motín por su presunta participación en los violentos disturbios en los que terminó una protesta. Él negó haber participado en esos disturbios.
La justicia decidió dejarlo en libertad junto a los otros detenidos por falta de pruebas.
“Están levantando todos los cargos que le habían sido imputados (…) y a continuación quedaría en libertad”, señaló Muñoz.
Los 11 prisioneros habían sido detenidos tras la marcha del 20 de noviembre que concluyó en un enfrentamiento entre manifestantes y antimotines en la plaza del Zócalo de Ciudad de México.
Fue la última de una serie de protestas en México por la desaparición y posible masacre hace dos meses de 43 estudiantes en el estado de Guerrero (sur) a manos de policías coludidos con narcotraficantes.