
El Papa Francisco jugó un papel clave en las negociaciones para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, entre otras cosas escribiendo personalmente cartas a los presidentes de ambos países.
De acuerdo con el portavoz papal, Federico Lombardi, el Vaticano acogió en octubre pasado a delegaciones de las dos partes y ofreció sus “buenos oficios” para solucionar algunas situaciones delicadas.




























