La muerte a cuchilladas de un toro durante una “corraleja”, tradicional fiesta del Caribe colombiano, ocasionó que ciudadanos inicien acciones penales contra el alcalde de Turbaco (norte), donde ocurrió el hecho, y contra quienes atacaron al animal, informó este viernes la Fiscalía.
Freddys del Toro, abogado, ambientalista y animalista, denunció al alcalde Myron Martínez porque -según dijo- en el pueblo “no hubo ninguna advertencia sobre la protección especial que deben recibir los animales durante las corridas, como tampoco sobre la negativa de ingreso de niños a ese evento”, indicó la Fiscalía.
El burgomaestre fue acusado de prevaricato por omisión.
El 1 de enero pasado, un toro fue muerto a cuchilladas durante las “corralejas”, originadas en la colonia española, que consisten en la lidia de un toro en una plaza por parte de decenas de espontáneos, que se lanzan al ruedo con trapos o palos para provocarlo.
Además de esta acción penal, Edwin Alfaro Cumplido, propietario de los toros exhibidos durante la usual “corraleja” de comienzos de año de ese municipio, interpuso una querella en la ciudad de Montería (norte) por “el daño causado al animal”, indicó la fiscalía.
El ganadero relató que cuando se soltó al cuarto toro de la jornada, “un individuo quien portaba un filoso cuchillo en su mano derecha asestó en la nuca del toro una cuchillada produciéndole la muerte en forma instantánea, situación que fue aprovechada por varias personas en el redondel para propinarle al toro una fuerte golpiza con palos y patadas”.
El ministro de Justicia, Yesid Reyes, anunció la semana pasada el inicio de una investigación penal contra los implicados, cuya identidad aún es desconocida.
Vinculada más al manejo del ganado que a la tauromaquia, esta manifestación cultural no tiene como fin la muerte del animal, sino el entretenimiento popular.
En Colombia la ley no prohíbe las “corralejas”, pero la Corte Constitucional ya ha fallado contra el maltrato animal.