La actual presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, María de la Luz Domínguez Campos, es una política que inició su carrera como asistente del entonces diputado Elías Barajas Romo, el entonces dirigente del Partido Convergencia por la Democracia.
Bajo esas siglas llegó a la regiduría del ayuntamiento capitalino, en donde formó parte de un grupo político de mujeres que lideraba la entonces síndica Lucía Alonso Reyes, cuyo bloque se enfrentó al alcalde perredista Gerardo Félix Domínguez.
Después Convergencia por la Democracia se convertiría en Movimiento Ciudadano bajo cuyas siglas llegaría como diputada a la 60 legislatura, en donde protagonizó uno de los enfrentamientos más memorables contra la iniciativa del Tribunal de Cuentas que envió en aquel momento el gobernador Miguel Alonso Reyes.
A pesar de ese episodio y a las críticas enderezadas contra la administración alonsista, María de la Luz Domínguez Campos fue designada directora de Concertación Política en la Secretaría General de Gobierno, bajo los auspicios de Lucía Alonso Reyes, quien de ahí la promovió y apoyó su postulación por la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
En estos últimos años la ahora ombudsman zacatecana también recibió percepciones en la coordinación jurídica de la Universidad Autónoma de Zacatecas, en donde algunos universitarios dicen que no la han visto laborar.
¿Cuál es el horario que tuvo? ¿Desde cuándo ingresó? ¿Por qué se le dio una base y bajo qué méritos, en una universidad a la que le aqueja la crisis financiera desde hace ya varios años?
Son preguntas que hasta el momento los universitarios no han respondido con transparencia y forman parte de las contradicciones salariales de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas.
El cuestionamiento que hoy se le hace a la defensora social, a la responsable de la defensa de los derechos de los ciudadanos ante la autoridad competente, es en el sentido de la ética que debe acompañar a todo servidor público, pero sobre todo, a quien encabeza este organismo autónomo.
¿Cómo pueden confiar los zacatecanos en alguien que no se conduce con la verdad y cuya independencia del poder es tan frágil y débil como la credibilidad que hoy ostenta?