Por: Gerardo Martínez Moreno
Barcelona pasaba por un momento oscuro: no ganaba la liga y no figuraba en las competiciones europeas. Todo esto aunado a que el Real Madrid formaba a los Galácticos y Beckham había preferido fichar con el equipo de Florentino Pérez hacía que Cataluña comenzará a abandonar el Camp Nou.
Pero en el verano del 2003 las cosas cambiaron gracias a un muchacho brasileño. Nacido en Porto Alegre y proveniente del PSG. El 19 de Junio de ese año el FC Barcelona fichaba a su propio galáctico, Ronaldinho Gaucho.
Rápidamente los ojos de Cataluña se enfocaron en Ronaldinho, quien a pesar de cargar con el 10 en la espalda y la presión de un equipo que exigía triunfo, tenía una singularidad; no importaba el momento o el marcador, si el equipo jugaba bien o no, él siempre sonreía.
“Cuando Ronaldinho llegó al Barcelona nos contagió esa alegría o ese optimismo en su forma de ser o en su forma de jugar. Es formidable verlo jugar”, confesó el mediocampista español, Andrés Iniesta, sobre el arribo del brasileño al club catalán, uno de los más importante de su excepcional carrera.
Dice Samuel Eto´o que Dinho entraba al vestidor durante el medio tiempo con una sonrisa de oreja a oreja aunque el marcador estuviera en contra.
“‘Tú corre y solo te llegará la pelota’ le decía.
Fue tanta la felicidad que el brasileño desbordaba al jugar que incluso llegó a ser aplaudido de pie en el estadio del odiado rival. Ronaldinho fue ovacionado de pie por los seguidores del Real Madrid en el Santiago Bernabéu luego de una emblemática participación.
Lo ganó todo, desde el respeto y admiración de sus compañeros futbolistas y ex futbolistas, aficionados y rivales hasta la Copa del Mundo, pasando por Ligas Españolas, Champions, Copa Libertadores, etc. Un ganador dentro y fuera de la cancha.
“El mejor jugador del mundo es Ronaldinho y el resto viene después y a gran distancia”, afirma el propio Diego Armando Maradona, que nunca escondió su admiración por el brasileño
Ronaldo de Assis Moreira se retiró a los 37 años en 2018. El balón de Oro en 2005 colgó los botines pero no la sonrisa; esa que enseñó a una generación de fanáticos del futbol a creer en la magia.
El pasado 4 de marzo Ronaldinho fue detenido en Paraguay por presentar documentación falsa, desde entonces pasa sus días tras las rejas y aún encerrado en la cárcel Dinho sigue enseñándonos a sonreír. Su último trofeo como futbolista fue ganar un cerdo de 16 kilos en el torneo interno del reclusorio.
El día de hoy el mundo vive una contingencia sanitaria, las ligas más importantes del planeta han parado. La élite deportiva se encuentra en un receso obligatorio y no nos queda otra cosa más que acatar las reglas por nuestro bien y el bien común.
Mi recomendación ante este trago amargo es hacer lo de Dinho. Vamos a sonreír y aprovechar el tiempo. Terminemos ese libro que dejamos pendiente, disfrutemos del home Office en pijama. Es el momento perfecto para hablarle a los más pequeños que antes de Messi existió Ronaldinho y antes de Cristiano figuraba Zidane. Destapemos una cerveza y revivamos las glorias de nuestros equipos favoritos. Que sea tarea aprendernos la alineación que dio el Maracanazo y repasemos todos los Goles de Maradona con Argentina.