En lo que va del presente año se han distribuido más de 3 mil nuevas piezas. Tal medida ha permitido en buena parte disminuir las estadísticas en cuanto a hurtos, por lo que se sugiere a la población proteja este aparato de medición.
La sustitución de un medidor se genera también a partir de que éste deja de funcionar, cuando truena debido a altas presiones del agua, o bien, cuando ya se requieren nuevas instalaciones.
A partir de la implementación de los medidores de plástico el robo disminuyó, situación por la que también se reemplazan tuberías de cobre por PVC.
Ante la necesidad del cambio se solicitará a las autoridades competentes en materia jurídica que se apliquen sanciones a quienes indebidamente compran estos aparatos.
El robo, más allá del costo que tiene el medidor, trae consigo el desperdicio de agua y los gastos adicionales para reparar tubería y conexiones.