En una comunidad del municipio de Miguel Auza, fueron encontrados siete cadáveres, cinco mujeres y dos hombres, todos presentaban impactos de bala.
De acuerdo con fuentes policiacas, la madrugada del 25 de diciembre fueron localizados, cerca de la carretera que conduce a la comunidad de Emiliano Zapata en Miguel Auza, los cuerpos de dos mujeres.
El hallazgo lo habría hecho una persona que pasaba por el lugar y que dio aviso a las autoridades, constándolo elementos Preventivos de Miguel Auza.
Los cuerpos de ambas mujeres presentaban múltiples impactos de bala e incluso se dijo que estaban desechos como si les hubiese estallado una granada.
Los cuerpos que fueron localizados en el kilometro 13 de la citada comunidad corresponden a mujeres de entre 20 y 22 años de edad, una de ellas fue identificada como Yenni Elizabeth Favila Botello, originaria de la comunidad El Manantial La Honda, perteneciente a Miguel Auza, la otra joven aun se encuentra en calidad de desconocida.
Minutos más tarde y al menos a 10 kilómetros del primer hallazgo, fueron localizados otros cinco cuerpos, tres femeninos y dos masculinos.
De acuerdo con esta versión los cuerpos con múltiples impactos de bala se encontraban tirados en una comunidad denominada El Gueyero, específicamente en el predio Rinconada de Gigantes.
En este predio había varios vehículos de recién modelo abandonados, en el interior de uno de ellos estaba el cuerpo de una mujer y metros adelantes yacían en el piso los otros cuatro cadáveres.
Autoridades indicaron que los cuerpos femeninos oscilaban en edades de entre 22 y 25 años de edad, una de ellas fue identificada ya que presuntamente vivía en la comunidad de El Manantial y determinaron que se trataba de María del Carmen Fernández Estrada, de 22 años.
También a un costado de los vehículos estaban los cuerpos de dos hombres, mismos que fueron identificados como Horacio y Ángel Conchas Guzmán, de 35 y 36 años; también residentes de la comunidad El Manantial.
Así mismo se hablo de que fueron asegurados armas largas, cargadores, cartuchos y equipos de radiocomunicación.
Los cuerpos que no fueron identificados fueron llevados por personal del Servicio Médico Forense a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para su identificación y en espera de que sean reclamados por sus familiares.